Que quien fuera encumbrado colaborador de Alfredo Del Mazo, Alejandro Fernández, se unió al PAN para tener oportunidad de seguir en la política, y es que, como estigma, es casi un hecho que haber pertenecido al equipo del ex mandatario equivale a pagar la derrota del tricolor.
Que el diputado local Francisco Santos pidió licencia para separarse del cargo a partir del 1 de abril, con el fin de buscar la reelección en el distrito 26 de Cuautitlán Izcalli, por el PAN. Reconoce que estará más dedicado a preparar su campaña que a legislar. Es de los pocos que asumieron este acto de congruencia, los más hicieron como que no escucharon.
Que ya desde aquellas versiones encontradas acerca de “la hora cero del Cutzamala” se notaban discrepancias entre las autoridades mexiquenses del agua y la Conagua, en el contexto de la crisis hídrica.
Ahora la intención estatal de acordar con la federación un trato más equitativo en la distribución del líquido que de aquí se extrae, frente al inicio de la explotación de pozos en Zumpango por parte de las autoridades nacionales para dotar a la capital del país, abre otra brecha en la coordinación que la apremiante situación requiere. A ver si no hay quien aproveche “el río revuelto”
Que con el tema de la detención del presunto delincuente apodado “El Canuto” en la zona norte de la entidad, la Secretaría de Seguridad del Estado de México que encabeza Andrés Andrade, se apresuró a emitir un comunicado sobre la captura de este sujeto y de 12 personas más, tras el cateo en un inmueble de Atlacomulco (sic); sin embargo, la Fiscalía mexiquense tuvo que aclarar que los hechos fueron diferentes.
Resulta que si bien hubo una detención en Atlacomulco, las investigaciones llevaron a las autoridades a un centro de rehabilitación en Jocotitlán, que fue donde hallaron una fosa clandestina, además de que en realidad los otros 12 asegurados fueron ubicados en este último predio. Peor aún, la SSEM los difundió como presuntos delincuentes, cuando ellos manifestaron ser pacientes en rehabilitación y que aún no se les atribuye algún delito. Una raya más al tigre policiaco.