Que luego del destape demoscópico de la corcholata morenista rumbo a la grande, en la persona de Claudia Sheinbaum, la pregunta es quién y de qué modo instrumentará la operación cicatriz en el Estado de México, pues entre los militantes de la 4T mexiquense hubo importantes bases de apoyo para la ganadora y también para su más cercano contendiente, el ex canciller Marcelo Ebrard, quien evidentemente no quedó conforme y dejó en el aire su destino y el de sus huestes. Dijo que el lunes decidirán.
El desafío de fortalecer el proyecto del nuevo gobierno mexiquense que encabezará la maestra Delfina Gómez requiere sin duda de unidad y eso pasa necesariamente por los comicios locales en el 2024. Será interesante evaluar si su adelantada interna presidencial habrá dejado daños mayores aquí.
Que por cierto, absorta la opinión pública mexiquense en los resultados morenistas, pasaron inadvertidos varios temas políticos de relevancia: destaca que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), revocó el acuerdo del Tribunal local y del IEEM, por el cual se aplicarían los santos óleos a Nueva Alianza del Estado de México.
Ahora este partido sobreviviente conservará su registro y puede participar en las siguientes elecciones locales. Seguramente desde ahora los esmeraldas están analizando cuál será su ruta para el próximo año, pues ahora sí se juegan el todo por el todo.
Que, precisamente rumbo a las concurrentes de junio siguiente, el Instituto Electoral del Estado de México tendrá convenio con el INE para coordinar la realización del proceso electoral; de esta manera, más de 12 millones de electores podrán votar las cinco elecciones en una sola casilla en la renovación de la presidencia de la República, el Senado, el Congreso federal y el local, así como los 125 municipios mexiquenses.
El trabajar ambos institutos de la mano facilitará las cosas para los electores, evitando confusiones y duplicidades, además de ahorrar recursos al evitar que cada instancia organice su propia logística
