Que en el PRI Hidalgo las cosas están más calientes que incluso antes cuando eran gobierno. Ayer comenzó el rumor de que el actual dirigente Marco Antonio Mendoza pedirá licencia como diputado federal y llegará su suplente, el hijo de Carolina Viggiano, Juan Pablo Beltrán, quien se estrenará como político por la puerta grande aunque sea por unos meses. El motivo, dicen, es que Marco coordinará campañas a nivel local, además de estar considerado como el número uno en la lista plurinominal del tricolor al Congreso del estado.
Que hablando del PRI, quien sumó más adeptos a su equipo de campaña es el ex gobernador Francisco Olvera, pues se allegó de políticos de experiencia como Roberto Pedraza, Salvador Elguero, Tomás Cano y otros ex integrantes del gobierno en su administración, lo que augura el armado de una estrategia bastante poderosa para la campaña a diputado federal por el distrito 06; Olvera Ruiz tiene de su lado la experiencia de haber estado en donde ahora están muchos, ya fue diputado local, secretario de Gobierno, gobernador, delegado nacional y será el rival a vencer.
Que la Secretaría de Seguridad Pública del estado hizo bien en atender el desorden de los mototaxis en Tizayuca, luego de que este gremio agredió a un taxista en días pasados. Lo malo es que para llevarse las unidades infraccionadas utilizó grúas y plataformas que no están concesionadas y algunas hasta portaban placas del Estado de México, lo cual está fuera de la ley, por lo que combatieron la ilegalidad con una solución poco ortodoxa. Se espera que también haya más operativos contra el transporte irregular en la zona metropolitana.
Que la rebelión en el Valle del Mezquital ya inició. La docena de militantes del Partido Verde quiere desconocer la candidatura a la diputación federal de la todavía presidenta municipal de Ixmiquilpan, Araceli Beltrán Contreras y quieren volver a poner a la actual representante federal Yamilé Salomón, de muy discreto paso por la Cámara de Diputados en San Lázaro. Dicen que tanto los Verdes como los morenistas inconformes no entienden que los acuerdos fueron a nivel federal y no producto de reuniones en el estado.
