Que ahora que los dirigentes del PAN andan por todo el país en el rebrandig prometiendo “resurgir como el ave fénix”, desde Ciudad de México percibieron que Jorge Romero debió sentir que se le quemaban las alas, cuando en su visita a Guadalajara le preguntaron sobre la alianza cuajada con Morena en el Congreso de Jalisco para defender la Reforma Judicial de la 4T. Sin pensarlo soltó la palabra del año: “¡Eso es una antinomia!”. Y más de uno se quedó de a seis ¿Antinomia? Suena a que el gato y el ratón abrieran una fonda juntos. Pero no. Romero aclaró que ante el morenismo políticamente son, aquí y en Marte, como el agua y el aceite... o como el aguacate y el precio de la canasta básica: nunca se mezclan. ¿Harán caso los panistas que mantienen la coalición con Miguel de la Rosa o desafiarán a su dirigencia nacional?
Que se sintió mucho calor en el Congreso cuando los diputados de todos los colores, incluyendo varios de Movimiento Ciudadano, empezaron a hablar de las denuncias de la Contraloría y más de un ex funcionario del gobierno de Enrique Alfaro sintió que le salían sudores fríos. Resulta que la auditoría a la Secretaría de Seguridad destapó un saqueo elegante: asignación indebida de combustible y un fraude de 150 millones de pesos. Ahora, la Fiscalía Anticorrupción ya tiene el caso en sus manos… y no son cuentas de la lechera. Así que, como dice el dicho: “A remojar las barbas” también en la actual administración que esta vez parece que sí les llegará la hora de rendir cuentas.
Que ¡Ah, los giros inesperados de la justicia! Parecía fiesta en la banqueta: todos celebrando que Uber y plataformas ya podían operar “legalmente” en aeropuertos de Guadalajara y Puerto Vallarta. Hasta en el gobierno estatal y algunos representantes federales en Jalisco sacaron las palomitas. Pero… ¡oh sorpresa! La suspensión judicial Nooooo autoriza la prestación de servicios del Uber. Solo obliga a la Guardia Nacional a no ser arbitraria en sus operativos. O sea, les dijeron: “Si van a prohibir, prohíban bien, no al chilazo”.