Que esta semana se espera que la gobernadora electa de Guanajuato, Libia Dennise García, reaparezca en el escenario local luego de haberlo hecho primero en la sesión del Consejo Nacional de su partido y en la celebración convocada por el embajador de los Estados Unidos, Ken Salazar, con motivo de los festejos por el Día de la Independencia de los vecinos del norte.
El asunto no es menor pues seguro la gobernadora electa será cuestionada sobre su opinión respecto a todos los frentes encendidos, innecesariamente al cierre de la administración del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, en los que se ve también involucrado el Poder Legislativo, asuntos que para nada han caído bien entre el respetable.
Que los temas son variados, como variados los retos que le dejará como legado la presente administración y la legislatura que se van. Por parte del Legislativo está en la lista de pendientes una reforma a la ley de contrataciones públicas que pone candados necesarios para dar un piso parejo a los empresarios en la participación de licitaciones públicas.
Por otro lado está la posibilidad de que se dé un cerrojazo al Fidesseg, cosa que trae preocupados a cientos de asociaciones civiles que se apoyaban de estos recursos, además de un monto nada despreciable de mil 500 millones de pesos que proponen se vaya a Desarrollo Social y Humano.
Que no deben de perderse de vista las obras que generarán un gasto para la siguiente administración, y no se diga los recursos que se dejarán de recibir como parte del manejo de una de las autopistas más rentables como es la Silao-Guanajuato, todo esto también con escasa maniobra para el gobierno entrante.
Pero además hay fuertes rumores del intento de imposición de secretarios y funcionarios del gabinete legal, y que también se herede la dirigencia estatal del partido, donde la gobernadora ve la necesidad de un perfil femenino. Muchas dudas respecto a la postura de Libia Dennise, que de responder dejará en claro si hay un “nuevo comienzo”.