Que las propuestas presentadas por Morena para la alcaldía de León en la persona de la ex alcaldesa por el PRI, Bárbara Botello Santibáñez, y en Guanajuato Capital con Jorge Rodríguez Medrano distan mucho de los gallos que llegaron a ser mencionados, sin duda ambos una sorpresa.
En el caso de Bárbara Botello, lo que la califica, además de ser de todos los suspirantes de la 4T en la capital zapatera, la más conocida, es el tener experiencia en la administración pública municipal, sin embargo tiene como negativo los señalamientos constantes por presuntas irregularidades, sin que por alguna de ellas haya sido sentenciada.
Que los momios apostaban por Eugenio Martínez, empresario de la ciudad y personaje cercano a Ricardo Sheffield Padilla, aspirante a ocupar una curul en el Senado de la República, por otro lado está el caso de Jorge Rodríguez Medrano que tiene a su favor tener dinero para la campaña y ser conocido por los medios que posee.
Para esta posición se veía más probable a Beto Loya, otro cercano a Sheffield, al ser del equipo del ex procurador en la Profeco, y luego por ser más conocida Paloma Robles quien tendrá que esperar para ver en qué posición va a jugar en el proceso electoral de este año.
Que dos alcaldes panistas quieren heredar el poder a sus cónyuges en una jugada que les permitiría estar si no mandando sí dentro de la administración, Alejandro Navarro a su esposa Samantha Smith y Ariel Corona a Marlene de Alba Oliva. Ante ello apelando a una contienda equitativa solicitaron pedir a los presidentes municipales solicitar licencia.
Más de uno levantó la ceja y frunció el ceño, pues la solicitud del Comité Directivo Estatal del PAN que dirige Lalo López Mares huele más a darles la oportunidad a Navarro y Corona de hacer campaña junto a sus esposas, si no usando recursos públicos, sí su imagen para favorecerlas. ¿Qué no?