Que son al menos 2 las corcholatas en Guanajuato que han manifestado su intención de ser el candidato de la cuarta transformación a emprender la quijotesca hazaña de lograr una alternancia en el Poder Ejecutivo, misma que no sucede desde hace más de 3 décadas en que el PAN sacó al PRI del palacio de Paseo de la Presa.
Ni el método de selección ni el género se han decidido al menos de manera oficial; sin embargo, por un lado está la senadora Antares Vázquez, y Ricardo Sheffield, titular de la Profeco, quien anunció ayer que ya prepara su salida de la dependencia para buscar la segunda oportunidad.
Que por otro lado hay panistas que no están tan convencidos de un triunfo con holgura en el 2024 y más bien alertan sobre una posible subida en las simpatías por la cuarta transformación de no abrirse el partido a un proceso democrático de selección del candidato a la gubernatura.
Y no es que estén pensando en que se vaya a perder la titularidad del jefe del gobierno del estado, sino más bien la preocupación se centra en la posibilidad que el PAN tenga diputados plurinominales y pierda la mayoría calificada en el Poder Legislativo, cosa nada lejana a la realidad.
Que no quiere decir que vaya a haber una mayoría de oposición pero sí que la bancada de Acción Nacional cuente con una mayoría simple que le obligará a negociar con la oposición, en donde el plan B sería mantener una alianza con al Partido Revolucionario Institucional como hoy lo tiene que le evitaría perder la gobernabilidad.
Pues para nadie es desconocido que el Congreso se puede convertir en una piedra en el zapato del Ejecutivo que termine por oponerse a todo sistemáticamente para evitar cualquier avance del partido en el poder. Ojo, la alerta está ahí y no es para nadie desconocida.
