Wagnermaníacos buenos días, buenas tardes, buenas noches, sea cuál sea el momento en el que me permiten su atención para este espacio periodístico, espero que se estén preparando para la celebración del 14 de febrero, el gran Día del Amor y la Amistad.
En lo personal, muy contento de ser poseedor de muchas manifestaciones de amor hacia mi persona, sobre todo en estas épocas tan complicadas que estamos viviendo.
Para empezar, tengo el privilegio de contar con un personaje que es admirado, querido por los aficionados, por las aficionadas, quienes me brindan su amistad y me hacen sentir amado en cada noche y en cada lugar, donde me presento. Es muy bonito sentirte querido en tu medio de trabajo y por eso siempre apapacharé al amor. ¡Imagínense! nací de un gran amor entre mis padres, de la entrega total de ambos, hasta el día en que él se nos adelantó en el camino. La lucha libre es una profesión exigente, pero creo que es fácil conservar el amor, no obstante nuestros diarios compromisos en el ring, sobre todo porque para amar a los demás primero debemos amarnos a nosotros mismos.
Considero que el amor es un sentimiento muy profundo, muy intenso, que tiene la capacidad de mandarnos al cielo, y al mismo tiempo al infierno. Por eso debemos cuidarlo, regarlo todos los días como una plantita para que florezca.
Insisto, el amor propio es lo principal para trascender. En el amor de pareja, el secreto es respetar la individualidad, dejar crecer al ser amado. ¿Celos? En mi caso con mi Reina Wagner, no existen, porque representan inseguridad y eso es una manifestación de falta de amor por uno mismo. Bueno, AMIGOS Wagnermaníacos se los dejo de tarea.
Piénsenlo y recuerden, que en mi casa y con mi gente, se me respeta. Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial