Política

La fascinación por el espectáculo

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Nada evitará la producción y trasiego de drogas ilegales; podrá reducirse, pero mientras todo quede en noticias con impacto social, su combate eficaz quedará postergado, y el negocio seguirá viento en popa.

A la información sobre sucesos relevantes (frecuentemente aderezada con embustes y contradicciones oficiales) suelen seguir especulaciones, deducciones y gracejadas del público consumidor, pero poco se reflexiona sobre lo ocurrido y sus consecuencias.

La reciente (re)captura de Ovidio Guzmán es una prueba del aserto anterior.

Con informaciones oficiales (intencionalmente falseadas sobre las circunstancias de modo, tiempo y lugar) las autoridades lo califican como “un duro golpe al crimen organizado”. Eso no es verdad, el negocio seguirá pujante sin mayores contratiempos, y el río de sangre continuará fuera de madre. Ya son muchos los “Ovidios” presos, extraditados o difuntos y sólo se producen reacomodos de cabecillas y mayor violencia.

Sin desconocer, de manera alguna, el valor y sacrificio de nuestras fuerzas armadas en ese operativo (con 10 militares asesinados, 19 sicarios abatidos, 250 vehículos incendiados y mucho terror) el gran ganador es el gobierno yanqui. Él solicitó a México la captura de El Ratón para recabar información y mucho dinero. Las autoridades mexicanas no dan cuenta de alguna carpeta de investigación en contra del ahora detenido, pero aseguran haberles bastado “seis meses de trabajos de inteligencia” (seguramente sin apoyo de la DEA) para lograr la segunda aprehensión del delincuente. No era tema prioritario para el gobierno de México, dejó pasar dos años y ocho meses de su liberación por orden presidencial, y después inició “los trabajos de inteligencia” referidos ahora por el secretario de la Defensa.

No nos engañemos: mientras los gobiernos de los dos países no conjunten esfuerzos integrales, las poblaciones de aquí y de allá seguirán bajo el azote de los barones de la droga. Nuestro gobierno entregó la plaza con su cantaleta de “abrazos, no balazos”. El gobierno yanqui (con 25 millones de drogadictos) administra “civilizadamente” los multimillonarios negocios de drogas y armas.

Aquí, mientras nos seguimos hundiendo, no nos faltarán espectáculos fascinantes. ¿Cuál nos regalará esta semana el tartufiato? Ya lo sabemos: ¡el arribo de Biden en “el mejor aeropuerto del mundo”! ¡Viva México!

P.D. La llegada de la primera mujer a presidir la Suprema Corte (a casi dos siglos de su fundación) no debe ser lo único o más relevante de este acontecimiento, sino el tratarse de una mujer con más de 30 años en el Poder Judicial, sometida siempre a la ley y al servicio de la justicia.

Bien dijo Rafael Cardona: “Norma Lucía Piña no es de izquierda ni de derecha, sino de Derecho”. Eso es lo más trascendente para la justicia y para México.

Diego Fernández de Cevallos


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Diego Fernández de Cevallos
  • Diego Fernández de Cevallos
  • Abogado y político mexicano, miembro del Partido Acción Nacional, se ha desempeñado como diputado federal, senador de la República y candidato a la Presidencia de México en 1994. / Escribe todos los lunes su columna Sin rodeos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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