Decíamos la entrega anterior (publicada el 27 de mayo del 2023 en estas páginas), que vamos a atravesar los 9 niveles del Infierno de Dante como un ejercicio intelectual y filosófico de la vida en México y el mundo. Aquella ocasión nos quedamos apenas en el segundo círculo del infierno, nos faltan aun 7.
Una vez pasados estos dos primeros niveles del infierno junto con Dante y Virgilio; que tal vez puedas ser tú o tal vez pueda ser yo; vamos conociendo la miseria humana y la tendencia a la comodidad y los placeres que debilitan nuestro carácter y desvanecen nuestra voluntad.
Podríamos decir que en ésta travesía por el infierno estamos haciendo en palabras de Carlos Llano, un viaje al centro del hombre; y que de las peores adversidades sacaremos los mejores aprendizajes .
Tercer nivel (La gula)
Éste nivel del infierno lo hemos construido por la falta de mesura y sobriedad en la forma de comer y beber.
Las adicciones como el alcoholismo azotan no sólo a los que beben sino a miles de niños y mujeres en comunidades rurales y ciudades destruyendo familias y comunidades con violencia intrafamiliar.
Los trastornos alimenticios arrebatan los sueños de miles de adolescentes con enfermedades como la obesidad, la anorexia y la bulimia.
Las adicciones a las drogas las utilizamos los seres humanos para escapar de nuestra realidad con la intención desesperada de querer salir del limbo y del vació existencial en el que vivimos.
Cuarto nivel (La avaricia)
Aquí empezamos a encontrar a muchos constructores de éste nivel del infierno abanderando a algún partido político, grupo económico o gobernante de cuarta, que la verdad es de quinta.
La avaricia es el gran pecado de muchos líderes políticos y empresariales que no contentos con la que ya tienen, sobreexplotan a las personas y a la naturaleza misma para obtener más ganancias, más riqueza y poder. En éste nivel, adoramos al “becerro de oro” llamado dinero y poder.
Quinto nivel (Ira y pereza)
Estos niveles del infierno son construidos y gobernados desde el discurso del odio y la polarización. Son fomentados desde tres o cuatro interminables horas de demagogia matutina con la que nos predica la retórica oficial.
Habitantes de éste circulo no arriman el hombro ni se ponen a trabajar en pro del bien común ni a favor de lo mejor. Tal vez no saben ni siquiera saben qué es lo mejor.Pero eso sí, bla bla bla, incitan un lenguaje de odio enorme, porque de la división, de ella, sí que saben sacar muy bien sus dividendos para mantener su pereza a través del odio. Éstas almas sumergidas en éste círculo son incapaces de encontrar soluciones, ni siquiera las buscan. Premian a los amigos y compadres.
Sexto nivel (La herejía)
Seré breve. La soberbia es tal en algunos que pretenden ser como “dioses” que se auto-expulsan de su propio paraíso creando su infierno en soledad.
La mente de estas pobres almas es tan pequeña que desprecian aquello que no pueden comprender cómo la idea de un Dios, que es a la vez Suprema Inteligencia y a la vez Bondad. Y como no saben argumentar, ante lo desconocido deconstruyen su mundo interior sin la idea y la realidad de trascendencia autodenominándose con “orgullo” como ateos y agnósticos.
Están frustrados con la idea de querer ser como Él; pero con los límites de la materia que se deteriora frente al espejo.
Séptimo nivel (Violencia)
La violencia es la herramienta de los constructores de éste nivel para sostener los otros seis niveles.
No quiero ahondar en el tema de violencia porque no se necesita de mucha fe para percibirla; pero sí la quiero ejemplificar en la historia reciente de la humanidad porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla. El Infierno de la Alemania de Hitler, la Rusia de Stalin, la China de Mao, la Cuba de Fidel, La Venezuela de Chávez; Chernobyl, Hiroshima, Vietnam, Afganistan, el Narco-Estado que mexicano y el perder el derecho a nacer por error de otros ¡Violencia desde el útero hasta la coronilla!
¿No es eso ya un infierno que en los últimos cien años nos hemos construido como humanidad en proporciones apocalípticas? Y ahora Rusia y Ucrania en guerra ¡Se ve que no aprendemos!
Pero, tranquilos que en México hay alguien que quiere acabar con éste infierno de la violencia gastando no balazos sino falsos abrazos y horas de salivazos de odio y polarización. No visitan a los niños con cáncer pero sí se bajan a saludar a la mamá de uno de los asesinos y narcotraficantes más grandes de la historia del México moderno ¿Se lo explican?
Octavo nivel (El fraude)
Líderes fraudulentos son los arquetipos de ésta espiral del infierno, que como dije en la “Carta de Nietzsche a Ladrones de Sueños” entregada en otra columna, abusan del bono de esperanza depositado en ellos para hacer creer a los indefensos y desfavorecidos que ahora sí que los van a ayudar, que ahora sí que los van a sacar de la pobreza.
¿Y qué sucede? ¡Nada! Fraude es la respuesta común de los nuevos liderazgos.
Si me preguntan cómo podría definir yo el sexenio de Andrés lo llamaría el sexenio más fraudulento de la historia; porque sin temor a equivocarme nada de lo que prometió que iba a cambiar lo cambió.
Pero la retórica y el poder del discurso matutino es como el 4o turno al bat de su partido de beisbol con el que batea las preguntas profundas e incómodas de verdaderos periodistas.
Siempre sale bateando con la frase más fraudulenta de la historia de México: yo tengo “otros datos”. Éste es el Infierno de la Mentira.
Noveno círculo (Traición)
Traición es un infierno y una huella psicológica y social muy profunda que se hereda de generación en generación, lastimando la unidad e identidad de miles de personas y de familias en el mundo.
La traición deja como hijas a la desconfianza, a la frustración y al miedo. Rompe la unidad del ser como persona creando dicotomías internas. Lastima la verdad, fractura la confianza y mata el amor, la amistad, la esperanza y la fe en la humanidad.
Traición se convirtió en una praxis política y sinónimo de político.
Mucho tendrían que hacer los nuevos liderazgos políticos para reconstruir los puentes rotos.
De camino al Paraíso
Espero no haberlos desanimado en éstos niveles del infierno. Los invito a mirar la realidad con optimismo y a que seamos Virgilios, seamos inteligentes y busquemos ayuda si nos sentimos de pronto en ésta “dantesca selva oscura”.
La historia no termina aquí:
México y el mundo tendrán que seguir transitando y ascendiendo con la guía de nuevos liderazgos conscientes a través de éstos círculos y espirales del infierno, a veces oscuros y a veces hediondos.
Después tendrá que purgar aquello que tenga que purgar.
Pero al final, México y el mundo surgirán de las cenizas como Ave Fénix construyendo hombres y mujeres nuevos, arquitectos de la civilización del amor construida a la luz de la Razón y de los Valores que nos da la experiencia en el infierno con Virgilio.
No es lo mismo el infierno con Virgilio que sin él. Por eso formemos estos nuevos liderazgos desde el calor de los hogares, desde el liderazgo de los maestros, desde la responsabilidad de los empresarios y el sentido de bien común de los políticos.
Si seguimos esperando a que los liderazgos actuales nos guíen y nos rescaten estamos perdidos.
Emprendamos desde nuestra propia formación éste ascenso en espiral para pronto tocar las puertas del paraíso; no el que está en la otra vida, sino el paraíso que hermanamos en ésta tierra aquellos que sí queremos un mucho mejor México posible, un mucho mejor Mundo posible.
¡Ánimo! Caminemos con ánimo y recobremos la esperanza que lo mejor está por venir.