En los últimos días, la inseguridad se ha convertido en motivo de dimes y diretes entre los actores políticos, nadie asume sus responsabilidades y al final la ciudadanía es la que sale perdiendo.
El asesinato de tres policías en Huixcolotla prendió las alarmas entre la clase política, más después de que se filtró el video en donde los delincuentes los emboscan para dispararles y arrebatarles la vida, evidenciando la brutalidad de los hechos.
La situación podría decirse que fue aprovechada por los diputados panistas, quienes de manera conjunta exigieron la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, el vicealmirante Francisco Sánchez González.
Dicho hecho fue replicado inmediatamente por los partidos de la cuarta transformación, pecando incluso en la soberbia política, tras la declaración del diputado local y presidente del Consejo Estatal de Morena, Andrés Villegas, quien señaló que para que Sánchez González acuda al Poder Legislativo, es necesario tener la mayoría de votos, hecho que los panistas no cumplen, al ser solo cinco.
Además, también se hizo un recuento sobre las cifras de inseguridad que se vivieron durante la época morenovallista, destacando el incremento en los casos de robo de combustible y la desaparición de ministerios públicos en los estados.
A este tema se sumó el PRI, después de que su dirigente local, Juan José Castro Justo, exhortó a los morenistas a que asuman sus responsabilidades en materia de seguridad y dejar de responsabilizar a los gobiernos pasados.
Este último es el más importante, ya que han pasado más de siete años desde que la cuarta transformación ocupa los principales espacios de la administración pública a nivel municipal, estatal y federal.
Sin embargo, continúan utilizando el argumento de que los gobiernos emanados del PRI y del PAN fueron los artífices de la inseguridad y violencia que hoy en día se vive a lo largo de todo el país.
El pasado no se olvida y los gobiernos priistas y panistas fallaron en garantizar la seguridad de la sociedad pagando el precio en las urnas. Hoy en día esa responsabilidad es de Morena, aunque no lo quiera ver y mientras los partidos políticos discuten sobre quién tiene la culpa son los ciudadanos quienes pagan los platos rotos.