La flor de cempasúchil sin lugar a dudas es uno de los elementos más bonitos del Día de Muertos; sin embargo, para que llegue a los altares, es necesario sacrificar por unos días, la educación de niños y niñas.
En el caso de Puebla, en municipios como Huaquechula y Atlixco es muy común ver las aulas semi vacías e incluso sin alumnos durante la última semana de octubre y los primeros días de noviembre.
¿El motivo? Los padres de familia llevan consigo a sus hijos a los campos para que les ayuden a cortar las flores que serán comercializadas en mercados, tianguis y centros comerciales.
Una maestra de preescolar de Huaquechula, relató que durante los últimos días ha tenido entre cinco y seis alumnos por día, lo cual ya no es novedad al saber que cambiaron las aulas por jornadas de trabajo bajo el sol.
La docente refirió que incluso se han tenido 18 alumnos en total para toda una escuela, debido a que la mayoría de los alumnos se encuentra en el campo.
En algunos casos, los niños no van a cortar flores a las zonas de cultivo, sino solamente acuden para acompañar a sus madres, quienes tienen que llevarlos consigo al trabajo al no poder ir por ellos a la escuela por andar trabajando.
Sea como sea, es un día que pierden los infantes en su formación académica por contribuir a la generación de ingresos para sus hogares.
Las festividades de estas fechas, sin lugar a dudas representan una gran oportunidad de venta para quienes se dedican al cultivo de flor de cempasúchil y para quienes trabajan en los campos, por ello es necesario contar con todas las manos posibles para recolectar más.
El dilema recae entre si vale más el tema económico para las familias y de cierta manera contribuir a la preservación de las tradiciones mediante las flores, o la educación de aquellos niños y niñas que dejan las aulas por unos días.
La temporada de Día de Muertos pasará, las ofrendas serán retiradas, las flores de cempasúchil se marchitarán, los niños volverán a las aulas, algunos con enfermedades como gripa al ser expuestos al trabajo bajo el sol que representa el campo.
Y al año siguiente, la misma historia se repetirá.