El más reciente reporte del Observatorio Legislativo dejó en evidencia a los integrantes del congreso local y cuya lección más importante es que no deben solamente hacer por hacer.
El informe elaborado por el organismo en colaboración con la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep) exhibió una baja productividad por parte de los diputados poblanos al tener un alto número de iniciativas sin aprobar.
Según las cifras expuestas, en el primer año de la actual legislatura se presentaron 857 iniciativas de las cuales fueron aprobadas solamente 125, lo que se traduce en una tasa de productividad de únicamente 14.1 por ciento y dejando pendientes 736.
Sin embargo, la principal llamada de atención que se debería de hacer a los legisladores locales, es que las iniciativas que presenten en el Pleno deben de tener un impacto verdadero en la sociedad.
Es común que en cada sesión ordinaria se presenten al menos cuatro iniciativas qué carecen de un verdadero sentido, ya que muchas de ellas se tratan de simples correcciones de puntuación, cambios de palabras, entre otros detalles menores.
Esta práctica es algo que hacen los diputados para que al momento de rendir sus informes presenten cifras elevadas en cuanto a su trabajo, omitiendo mencionar que sus propuestas se tratan de simples cambios en las leyes y que no tienen una profundidad.
Esta situación lo único que provoca es un aumento en el número de reformas planteadas y por ende en aquellas que no han sido desahogadas, dando una percepción frente a la ciudadanía de que su productividad es mínima.
Si bien el presidente del Congreso local, el diputado Pavel Gaspar, acertó al mencionar que es más importante la calidad que la cantidad, es un mensaje que tendrá que transmitir al resto de sus compañeros.