“No hay un tipo de cuerpo especialmente diseñado para el éxito. Acepta el cuerpo que tienes y obtén los mejores resultados a través de él”
Mary Cullen
No es la primera vez que días después del maratón de la Ciudad de México, la conversación se centra en aquellos corredores que por alguna circunstancia “hicieron trampa” y no en la gran calidad que nuestro evento tiene. Y me atrevo a entrecomillar, porque estoy seguro que muchos de aquellos que no corrieron la ruta completa y cruzaron la meta, tienen alguna explicación válida para hacerlo. Me explico: los entrenamientos para maratón están compuestos por diversas sesiones y una de ellas, es una distancia larga semanal (que nunca alcanza 42 kilómetros) que muchos corredores intentan realizar en las condiciones más cómodas, siendo las mejores, un evento como éste.
Por ello, puede ser que un corredor se inscriba al evento y que corra solo un segmento del mismo, para cumplir los kilómetros contemplados en su sesión de entrenamiento.
El verdadero problema está en aquellos que se ostentan como maratonistas, cruzan la meta, se cuelgan una medalla y presumen el supuesto logro. Estos son los verdaderos tramposos.
El maratón es una de las pruebas físicas más complejas y que mayor disciplina y sacrificio requieren para conquistarse. El maratonista lleva consigo permanentemente el logro obtenido, sintiéndose orgulloso del mismo, y replica la metodología que aplicó para conseguir esa meta, en otras facetas de su vida para intentar obtener resultados similares.
El reto no es sencillo. Muchos corredores deciden participar en los eventos sin un número o registro en la carrera, lo que los pone en riesgo, además de que consumen recursos que están destinados para aquellos que se encuentran formalmente inscritos. Por otro lado, el espacio donde este tipo de eventos se desarrollan es público y los precios en muchas ocasiones no son accesibles para todos. Además, difícilmente se podrá obligar y controlar a los corredores que por una u otra causa decidan o se vean obligados a no correr la ruta completa.
Aquellos que se atreven a presumir un maratón no corrido, a todas luces no conocen del gran valor que ese hecho tiene. El maratonista se forma por meses e incluso años, y el día del evento termina la tarea y cosecha el esfuerzo invertido.
Abastecimiento: Gran noticia para el ciclismo mexicano, próximamente abundaremos en el tema.