El Atlante volverá a la primera división y al estadio Azteca luego del mundial. El propietario de los Potros de Hierro, Emilio Escalante, ya analiza los distintos escenarios para que los otrora “prietitos” renazcan de las cenizas y regresen al máximo circuito.
Está la vía deportiva, la cada vez más remota alternativa de la invitación y, en los últimos meses, se comenzó a cocinar una nueva posibilidad: la compra de una de las 18 franquicias del futbol mexicano de la primera división.
La opción deportiva depende del cauce que tome el nuevo mecanismo de ascenso del futbol mexicano. El Atlante es el único club certificado ante la Federación Mexicana de Futbol; sin embargo, esa certificación ya no cuenta luego del fallo y nuevo laudo emitido por el TAS. “El equipo del pueblo” se ha ganado —y con creces— su lugar en la Liga MX, es el club con más títulos en la Liga de Expansión y desde hace un buen rato tendría que haber regresado al máximo circuito.
Ojalá que el renacer del Atlante se produzca por la vía deportiva, llena de gloria y mérito; empero, el mismo Escalante sabe que ese es el camino más intrincado. La FMF y la Liga MX se las van a ingeniar para eludir el descenso y proteger a las franquicias de la mancomunidad, que son las más amenazadas por la tabla de cocientes. El ascenso lo van a trabar buscando ganar tiempo y, sobre todo, tomar venganza de los equipos de la Liga de Expansión. Por lo tanto, la directiva azulgrana sabe que regresar a primera como Dios manda (ganándolo en la cancha) va a ser muy difícil.
La vía de la invitación, del simple y llano dedazo para expandir a 19, y luego a 20, los equipos de la primera división, también se está diluyendo. La labor de lobby y el resultado de la demanda del G-6 ante el TAS, han complicado esa alternativa. Difícilmente podrán abrirle al Atlante un lugar sin que el resto de los dueños de la Liga de Expansión se inconformen.
Es por ello que el propietario del Atlante, con el visto bueno de los que mandan en la FMF, ha comenzado las pláticas con los integrantes de la Asamblea de Dueños para conocer los costos y condiciones de compraventa. Lo cierto es que los lugares son codiciados y en venta sólo hay un equipo: los Rojinegros del Atlas. Sin embargo, desde el exilio, una de las condiciones de Alejandro Irarragorri para vender a las Margaritas del Paradero, es que la franquicia permanezca en Guadalajara.
Ante esa negativa, porque para Escalante lo importante es que el nombre del Atlante regrese a la capital, las opciones se reducen mucho y la única vía para comprar una franquicia es llegarle al precio a las distintas multipropiedades.
Sólo quedan dos: la de Grupo Pachuca (Tuzos y León) y la de Grupo Salinas (Mazatlán y Puebla). Y como Jesús Martínez no va a vender, más bien queda una opción que es la que ya analizan Escalante y su grupo: la de comprar a los Camoteros del Puebla.
A pesar de los embates en su contra y la nueva “cruzada política” que lidera, Salinas Pliego no está urgido por vender al Puebla. Ante los estatutos de la FMF, ni siquiera es el dueño, pero si Escalante llega con lo que pide, tampoco se va a resistir mucho.
Advertidos estamos.
