La temporada de la Liga Mexicana de Beisbol comenzó con una intensidad inusual. Ya habíamos anticipado que entre Puebla y México quedaron muchas cuentas pendientes, mismas que parecieron querer saldar desde el primer compromiso de la campaña los Diablos Rojos y los Pericos.
Era evidente el deseo de “venganza” por parte del México Rojo, jugaron cada partido como si fuera el séptimo de una serie mundial. El festejo de la afición capitalina y del mismo club en sus redes sociales, denotan la relevancia que adquirió este nuevo clásico, que se fue a los puños y arrojó castigos y multas para ambos bandos.
Aunque el equipo capitalino sacó la escoba en esa primera serie disputada en el parque Hermanos Serdán de la Angelópolis, los tres juegos tuvieron un desenlace dramático digno de lo que significa actualmente esta rivalidad. Dos juegos en entradas extras y otro, el primero de la serie, con diferencia de una carrera, marcaron el derrotero de un encuentro que tuvo su principal diferencia en el relevo. El del Puebla falló y allí tomó rumbo el compromiso.
Decir que Puebla y México protagonizan el clásico más pasional de la actualidad, no es sacrilegio. El enfrentamiento entre los Diablos y los Tigres sigue siendo el clásico de clásicos o como lo denomina la liga: “la guerra de guerras”. Empero, que existan este y otros duelos históricos como Sultanes–Diablos, no va en detrimento de la animadversión entre el equipo campeón y la novena más ganadora.
Es como en el futbol, que el gran clásico es Guadalajara vs. América, lo que no es óbice para que se hayan desarrollado otros grandes “odios” como el América vs. Cruz Azul o Pumas vs. América. Valga la digresión “pambolera” y el parangón que suele molestar a los beisboleros más fundamentalistas.
En mayo se vuelven a encontrar los Diablos Rojos y los Pericos, pero en la capital. Para julio nuevamente se verán las caras en Puebla, y no sería nada raro que por allá de agosto o septiembre, se vuelvan a encontrar a la hora de la verdad: durante los playoffs.
Que la inquina entre el México y el Puebla se haya intensificado, no quiere decir que sea nueva. Está por cumplir un siglo, habrá que dejarla ser. Vive su clímax.
La efervescencia que está despertando el beisbol en las principales ciudades del país, es un fenómeno que tienen que capitalizar la liga y los clubes. En plazas futboleras como la ciudad de México, Puebla, Monterrey o Guadalajara, se está hablando de beisbol a pesar de la competencia directa de clubes de primera división de la Liga MX.
Los medios de comunicación también han hecho un esfuerzo importante en este renacer del “rey de los deportes”, para muestra la sinergia de Multimedios y el club Pericos de Puebla, que en un hecho sin precedentes mandan los encuentros de la “Novena Verde” a través de canal 6 de televisión abierta para todo Puebla. En casa y en gira, la afición emplumada no pierde detalle de la temporada de sus campeones.