Hoy 15 de enero se conmemora el día del compositor en México y quienes tenemos un espíritu musical lo celebramos con gusto.
Estoy convencido que la música es fundamental para el ser humano. “Sin música, la vida sería un error” señala Friedrich Nietzsche.
Y es que través de las canciones podemos viajar, recordar, alabar (con citaras, arpas y trompetas), y manifestar odio, amor, resentimientos y cualquier estado de ánimo.
El compositor es entonces el artífice de la historia que se quiere contar musicalmente hablando. Citando a Víctor Hugo nos dice que: “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible de permanecer en silencio”.
Personalmente viajé a través de las canciones y lo sigo haciendo. Conocí Lima a través de Chabuca Granda, Ipanema, la calzada de Emaús o el Madrid de Agustín Lara antes de pisar Perú, Brasil, Israel o España.
Uno viaja a través de las canciones y se trasporta a los sitios y a los estados de ánimo a través de los elementos que componen una canción: El verso (letra), el coro y el puente. Próximamente tengo en mente “En mi Viejo San Juan”.
Así entonces logramos identificarnos con las letras de las canciones.
Los mexicanos tenemos canciones para todo. Con tequila y espíritu de fiesta están las grandes composiciones que hasta al más desafinado hacen cantar.
Por ejemplo: Y volver-volver; Por tu maldito amor, Perdida, Urge y El Envidioso, por mencionar algunos títulos de canciones estilo “rancherón” que se entonan con emoción y despecho.
Hablar de música es apasionante y más cuando profesionalmente tienes que ver con ella. Laboralmente coordino fiestas desde la participación social y sobre ellas podría escribir sin pretensiones un ensayo sobre: “El estado del arte en la fiesta tradicional.
El encuentro con la música”, pero no es mi intención, solo reflexionar sobre la noticia de esta semana en las redes sociales donde la cantante Shakira, estuvo en el centro del huracán en las redes sociales. Inevitable.
Resulta que la cantante colombiana se le fue con todo a su ex. Le compuso una canción de despecho al futbolista.
No entraré en los detalles de la rola sino en su forma clasista y materialista de comparar la “causa” de la ruptura.
Pero mi reflexión: ¿Sirve un reloj CASIO igual que un Rolex? Vaya analogía en tiempos de consumismo cuando un CASIO sirve igual que cualquier otro de reloj de lujo.
Estamos en un contexto social donde el “tener” ha superado al “ser” y por eso anda tanta replica y copia por parte de los “aspiracionistas” que han comprado la idea que la marca y status nos dan felicidad.
Que idea tan chafa. En una sociedad materialista la marca y la clase pareciera define nuestras relaciones.
La polarización social abona al desencuentro y fractura. El valor de las cosas no se mide por la esencia sino por el precio y ahí si estamos jodidos.
Todo un tema para hablar sobre “El triunfo de la estupidez” que lo retrata muy bien Jean Francois Marmion donde aborda estos temas.
No dudo que la cantante Shakira será “resiliente” a su separación. La mente supera las adversidades, resentimientos y con la ayuda de un profesional andará como si nada o, quizás el evento está más que superado.
Ha sido un tema de mercadotecnia y ventas. Y a propósito del día del compositor, recordé que si me baño los domingos, sé preparar café pero no lloro una vez al mes. Esta semana no escribir sobre Shakira fue inevitable…
@cuauhtecarmona
