Me siento orgulloso de haber nacido en el 4º estado más grande de México.
Cuatro veces más grande que Dinamarca o dos veces que Panamá. Diez veces más grande que Querétaro o 20 veces más grande que Aguascalientes.
La grandeza territorial de Durango me causa orgullo, pero es el Estado con más rezagos y carencias del Norte del País donde su deuda pública (como la de Coahuila), es asfixiante.
Pero esa, esa es otra historia.
Durango a pesar de sus recursos naturales e inmensa extensión territorial ha sido saqueado por quienes han gobernado de manera centralista desde la tierra del Cine.
Con un guión parecido al de Alibabá y los cuarenta ladrones sus gobernantes han robado a manos llenas.
A Morena le ha sido difícil penetrar en el ánimo político/electoral por muchas asimetrías y perversidades dignas de comentar en otra reflexión.
Hay muchos rezagos entre los que se destaca la violencia política de género donde la Ciudad Capital por poner un ejemplo (casi 500 años de fundación), nunca ha sido gobernada por una mujer como en Afganistán.
Los índices y parámetros macroeconómicos se asemejan más a los Estados del sur del país que a sus Estados vecinos como Nuevo León o Coahuila. Compararse para mejorar poco les ha importado.
Durango tiene que entrar a la dinámica de la transformación de la vida política nacional. Sin simulaciones y de forma seria al partido en el gobierno -MORENA-, le falta hacer una valoración acuciosa para entender por dos vías lo que pasa en Durango.
Por un lado, el retroceso político del partido fundado por el ex presidente López Obrador y por otro la poca competitividad y crecimiento económico del Estado que nada que ver con Coahuila su estado vecino.
La Comarca Lagunera de Durango por ejemplo nada que ver con la Comarca Lagunera de Coahuila respecto a crecimiento económico.
El rezago de Gómez Palacio y Lerdo en comparación con Torreón es evidente. Sin duda los gobernadores de Durango han sido los culpables de ese deterioro económico y urbanístico.
El problema de la conectividad sigue latente y aquel Metrobús metropolitano quedó en pura promesa además de una obra pública inconclusa y con un hedor a corrupción marca Peñanieto.
De empleo mejor no hablamos, puras promesas.
Desafortunadamente para MORENA hay estados que se resisten a la transformación donde Coahuila, Nuevo León, Chihuahua y Durango han constituido un cinturón opositor con la complacencia de “neomorenos” provenientes del PRIAN o MC que buscan mantenerse en el poder para conservar canonjías y negocios.
Su tarea es dividir y vencer recordando a Julio César, emperador romano.
Durango no puede mantenerse al margen de los cambios políticos y de transformación.
El próximo año frente a un proceso electoral para las alcaldías se antoja un cambio disruptivo entre quienes se sienten dueños del movimiento y, quienes son en verdad el movimiento.
Los primeros andan desesperados; los segundos quieren empleo, bienestar y crecimiento. Durango, gran reto.
@CUAUHTECARMONA