La desaparición de poderes es la pérdida de la posibilidad para que el gobernador del estado, los integrantes de determinado congreso local y los integrantes del Poder judicial, sigan ejerciendo sus facultades constitucionales.
Corresponde al Senado de la República la facultad para realizar la declaratoria de desaparición de poderes en una entidad federativa, conforme a nuestra Constitución.
¿Cuándo procede a desaparición de poderes? Cuando los integrantes de los poderes del estado se encuentren en los siguientes supuestos: a) quebranten los principios del régimen constitucional, b) abandonen el ejercicio de las funciones por parte de los titulares de los poderes estatales a menos de que exista una causa de fuerza mayor, c) estuvieren imposibilitados físicamente para el ejercicio de las funciones inherentes a sus cargos, que afecten la vida del Estado, impidiendo la plena vigencia del orden jurídico, d) prorroguen su permanencia en sus cargos después del término legal para el que fueron electos o nombrados; y, e) promuevan o adopten una forma de gobierno o base de organización distinta a la fijada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Como se puede observar, los supuestos para declarar la desaparición de poderes en los estados de la República hacen referencia a casos excepcionales, no corresponden a un tema político y, mucho menos, a una estrategia electoral entre partidos políticos.
En no pocas ocasiones, en esta columna, he mencionado que México debe ser un país de instituciones y, como tal, se deben respetar a las instituciones y hacer un uso correcto de las mismas.
En este contexto, se han presentado en el Senado de la República, peticiones de desaparición en tres estados: Campeche, Guanajuato y Guerrero; el punto en común es que, en los tres casos, se fundamentan dichas peticiones en el mismo tema: la situación de seguridad.
Tal vez, los senadores debieron iniciar por hacer una análisis de la política de seguridad del gobierno federal, llamar a los encargados de dicha política a comparecer ante ellos y emitir las declaraciones consecuentes; por el contrario, optaron por activar un mecanismo que, si bien está regulado por un proceso especifico, no requiere de una mayoría calificada para emitir la declaratoria de desaparición de poderes, por ello es tan peligroso este camino que han adoptado los senadores, máxime cuando, tratándose de un tema político, la mayoría bien podría adoptar una solución que afecte únicamente a Guanajuato.
La desaparición de poderes no es un juego y no resolverá los problemas de seguridad en ningún estado, es tiempo ya de poner sobre la mesa soluciones concretas y viables a este problema en favor de las y los mexicanos, y juntos, perseveraremos en este camino del discurso a la acción.