Cultura

La banda sonora

  • Malas compañías
  • La banda sonora
  • Celeste Ramírez

La banda sonora de nuestras vidas está construida con muchas, muchísimas canciones y piezas musicales.

La música es, quizás, la expresión artística y popular más cercana a las personas pero también a los seres sintientes. Hoy, por ejemplo, podemos obtener en las plataformas de música como Spotify, YouTube y Amazon, listas interminables dedicadas a las mascotas, en especial a los perros y a los gatos.

La música (y las canciones en cualquier idioma) nos lleva por diferentes estados anímicos. Podemos ir de la euforia festiva a los momentos de meditación y reflexión.

Hace poco se celebró el día de San Valentín, el 14 de febrero. Fecha con claroscuros, por un lado celebra la amistad y evoca la festividad del amor; sin embargo, también nos recuerda esa zona de tiniebla o turbia que las nuevas generaciones conocen como friendzone: (dice la Wikipedia) que así se le llama a la zona de amigos o zona de amistad a una relación interpersonal entre dos personas, donde una tiende a enamorarse y la otra no. El desamor, pues, el amor no correspondido, el contrariado, el idealizado o el inalcanzable…

Los amores imposibles son un tópico explotado en las letras de las canciones y, en su mayoría, las piezas musicales forman parte de esa banda sonora personalísima del desamor.

En el catálogo de la canción popular en español, miles de canciones (en todos los géneros musicales) calan hondo porque versan y conversan sobre la desdicha del rechazo y la indiferencia.

En ellas, en las piezas musicales románticas se entretejen historias privadas, nodos emotivos, exaltación y motivación. Son válvulas de escape y unos buenos hombros para llorar. Son, las canciones y la música, paliativos contra la ansiedad por ausencia.

En las canciones escuchamos lo que queremos oír, decimos lo que queremos explicar y encontramos consuelo a esos deseos derribados. A través de la voz poética de la canción sublimamos lo inalcanzable.

Todos los 14 de febrero, en “la banda sonora del desamor” (dixit Joaquín Sabina), encontramos cabida para compositores fundamentales, pero hoy también encontramos nuevas propuestas como el éxito arrollador de la cantante Miley Cyrus, dueña de una voz potente, talento y gran personalidad, quien con su canción ha dado un giro al esquema del desamor (¡bravo!) recordándonos algún fundamental en la psique humana: el amor propio o autoestima —muchas veces olvidado —.

Más canciones como Flowers, para recordamos y reencontrarnos…


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.