Hace algunos días, el destacado escritor Felipe Garrido estuvo en Zinacantepec para conversar con alumnos de una escuela primaria sobre esa asombrosa aventura de leer libros y para presentar su más reciente libro, “Mentiras transparentes”, una compilación de más de trescientos cuentos.
Felipe Garrido (Guadalajara, Jalisco, 1942), quien ha sido un incansable promotor de la lectura y la escritura en México, a través de sus ensayos y libros infantiles, estuvo en el taller La Lectura en el Aula, de la escuela primaria Mariano Riva Palacio, ubicada en San Juan de las Huertas, donde platicó con los estudiantes dentro de las jornadas del consejo técnico Me gusta estar con los maestros.
Garrido es autor de “Los rincones de lectura” (para todo el país), “El buen lector se hace no nace”, el cual es una serie de reflexiones sobre la lectura y escritura. También, “Manual del buen promotor”, “El coyote tonto”, entre otros títulos. Además, por sus aportaciones literarias, ha recibido el premio de traducción Alfonso X (1983); el Xavier Villaurrutia 2011 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2016. Es Maestro en el CEPE de la UNAM desde hace 50 años y es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua.
En esta ocasión el escritor fue entrevistado por el periodista Moisés De La Luz, quien generosamente me permitió rescatar algunos puntos fundamentales de esta plática que se encuentra publicada en las redes sociales de TV Plural.
De la plática se rescata la importancia de la lectoescritura en los niveles básicos, no para que los alumnos sean escritores o dramaturgos —advierte el maestro Garrido— sino para formar estudiantes que respondan a los retos de comprensión que impone el aprendizaje.
Destacó la riqueza literaria en México y habló de Juan Rulfo, Ramón López Velarde, Rosario Castellanos, Juan José Arreola o Carlos Pellicer, “fueron grandes escritores que dedicaron su vida a explicarnos el mundo”.
La lectura es una forma de experimentar diferentes situaciones humanas: podemos entender la felicidad de un náufrago cuando es rescatado; conocer regiones geográficas como la selva y sus intrincados caminos o ser empáticos y reconocernos a través de las diversas emociones humanas como el amor en pareja o el amor a los hijos, padres o abuelos; los celos o la tristeza. “Podemos vivir el terror a través de una muy buena novela de ese género”.
La lectura ofrece diferentes horizontes y experiencias de vida, construir un país de lectores siempre será un reto y una deuda para la educación de los niños mexicanos, puntualizó el escritor, quien durante 15 años viajó por el país en su actividad de promoción de la lectoescritura en la educación básica.