Así son estos tiempos de propaganda y polarización.
Donald J. Trump es acusado formalmente por la fiscalía de Nueva York –después de haber puesto las pruebas frente a un gran jurado—y ¿qué hace el acusado?
Insulta al fiscal, anuncia su calendario de sus presentaciones de campaña rumbo a la candidatura republicana a la presidencia, detalla que tomará el avión para ir a Nueva York –detallando horas de llegadas, para que haya fans--; a qué hora irá a la fiscalía hoy martes y que en la noche, de regreso en Florida, a la hora del Primetime, dará un mensaje a medios.
Nada mal.
En poco ayuda que la investigación por la que Donald Trump tiene que enfrentar la justicia tiene que ver con un asunto muy “trump” por decirlo de alguna manera.
Sexo, una actriz porno famosa a la que le prometió aparecer en su programa de televisión y dinero para que no lo acusara en los medios. Buena mezcla para ocupar las primeras planas y no solo de los tabloides escandalosos.
Habría que recordar que esta investigación, es la primera que resulta en una acusación formal, pero aún están en proceso dos investigaciones más: La que lo investiga por haber incitado y no hecho nada el día de la toma del Congreso por parte de sus seguidores, y el asunto de los documentos clasificados como secretos de sus tiempos en la Casa Blanca que se encontraron en su casa de Mar-a-Lago y que, por ley, no podían estar ahí.
Así que queda bastante espectáculo por ver.
La pregunta es para cuánto le va a alcanzar a Trump.
Ayer llegó a Nueva York y un grupo de personas lo esperaban frente a la Torre donde vive, pero nada como sus eventos de campaña aunque, claro, es Nueva York que no vota por él.
Eso no quita que esta primera andanada le ha hecho muy bien en las encuestas entre republicanos y tiene a sus adversarios preocupados. ¿Durará el efecto?
Porque entre otras cosas ahora Trump tiene que aparecer ante un juez. Participar en el proceso.
Su ex titular del Departamento de Justicia, William Barr, aún criticando que se haya acusado a Trump, dijo que cualquier abogado evitaría que esto llegue a un proceso en una corte. "No tiene todo el autocontrol", dijo Barr. "Y sería muy difícil prepararlo y mantenerlo testificando de manera prudente".
Pues sí, pero es parte del espectáculo ¿no?