Ayer se hizo viral en las redes un video del ex gobernador de Chihuahua Javier Corral de hace unos años, 2013, hablando del Partido Verde.
“… Yo he traído y traigo ahora una reflexión general de carácter parlamentario. Antes, sí, voy a desechar y a deplorar, por absoluta inconsecuencia e incongruencia, la acusación que nos hace el senador Jorge Emilio González. Si algún partido político y alguna bancada está identificada con los intereses estrictos de la política y del dinero es la del Partido Verde Ecologista de México que usted representa.
“Si alguna bancada ha representado, en propósitos de asalto a la nación, los intereses estrictos de los más ricos, de los mandones, de los amos de la televisión es la del Partido Verde Ecologista de México; por eso le llaman en México telebancada. De lo demás, de lo demás no me haré cargo. Voy a dejar pasarla, aunque, como se diga en el argot, se me haya puesto de pechito”.
Estoy seguro de que una búsqueda sencilla traerá declaraciones similares de muchos de los que ahora celebran y festejan el triunfo de Claudia Sheinbaum y de Morena en las elecciones. Incluidos muchos de su equipo.
Después de todo, en las presidenciales desde 2000 el Partido Verde había ido una vez con el PAN y luego tres con el PRI; sí, con esos malditos partidos conservadores-neoliberales-corruptos, como bien nos ha enseñado a lo largo de este año quien escucha al Presidente por las mañanas.
Ahora, duda razonable: ¿cómo le hace el encargado del programa anticorrupción de la próxima presidenta de México cuando los mejores aliados de su jefa y su partido, su ahora admirada lideresa, una mujer de “cualidades excepcionales” —ha escrito— son quienes, cito a Corral: “han representado, en propósitos de asalto a la nación, los intereses estrictos de los más ricos?”
¿Los perdona? ¿Lo convencieron de que ya no son así? ¿Fueron un poquito pero ahora ya no? ¿Hace como que nunca vio lo que dijo que vio? ¿Se equivocó en aquello que dijo? ¿Le pide a Claudia que mejor le dé otro puesto que no tenga que ver con la corrupción?
O simplemente se traga ese sapo. Uno verde, enorme, grandote. Cuya descripción hizo con precisión un legislador del PAN que hoy está feliz porque su nuevo partido arrasó.
A veces para ganar, para arrasar hay que tragar sapos. De esos. Ni modo. Provechito.