Hubo un momento durante estos tiempos de resistencia de alumnos, maestros y trabajadores del CIDE frente a la voluntad por acabar con la institución de la directora de Conacyt y el señor que está aferrado a dirigirla, que se pensó que el gobierno federal intervendría para abrir paso a un diálogo que salvara al centro.
Desde el inicio del conflicto, cuando la directora de Conacyt y su amigo rompieron cualquier norma con tal de imponerlo de director y correr a quienes les estorbaban para poner más amiguitos —el hueso es el hueso—, quedaba claro que ellos venían con todo. Basta ver las simulaciones de diálogo en diciembre pasado que se resumen en: sí, hablo con ustedes siempre y cuando se haga todo lo que nosotros queremos que se haga. Es curioso que quienes se dicen a sí mismo educadores traten a universitarios y sus profesores como alumnos de kínder. En fin.
Pero decía yo que por algunas declaraciones los alumnos, los profesores y los investigadores pensaron que había una salida si alguien le decía a la directora del Conacyt que al menos se sentara con la representación de los integrantes de la institución que quería allanar, y luego destruir porque le parece horrible.
Ayer, después de conocerse la última maniobra de la directora de Conacyt que pretende mañana cambiar los estatutos del CIDE para poder hacer lo que se le dé la gana, le preguntaron al secretario de Gobernación qué pensaba de todo eso.
Va lo que dijo: “Nosotros somos respetuosos en este caso de las autoridades educativas, y serán ellos los que tienen que buscar la solución a la problemática que hoy enfrentan…Y nosotros estamos observantes y, si hay la necesidad de coadyuvar para que esta problemática se solucione, pues con mucho gusto lo haríamos, pero no corresponde a nosotros revisar estatutos ni nada de eso”. Y por si hubiera alguna duda, en la penúltima respuesta de la mañanera quedó más que claro:
—¿Hay alguna participación por parte de la Secretaría de Gobernación para poner fin a esta problemática que ya acarrea varios meses?
—No, ninguna. Nosotros somos respetuosos, ellos tienen unos órganos de gobierno y es en el seno de esos órganos de gobierno en los que debe de buscarse la solución entre todos.
¿Así o más claro? Con tal lavada de manos, lo del viernes será el entierro del CIDE. Una desgracia.
Carlos Puig
@puigcarlos