Cultura

Gavilán o Paloma

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Guste o no, la composición de Rafael Pérez Botija “Gavilán o Paloma” es un recordatorio involuntario al travestismo, primero de los españoles cuando la interpretaba Pablo Abraira al finalizar los años 70, y después en México cuando la hace suya José José, en los 80. Intérpretes y autor lo niegan pero se acrecienta la idea que escribe Rubén Romero Santos en El país: es “un tratado sobre la ambigüedad, el destino, la dicotomía amorosa”, como lo son sus antecesoras, la pieza de Lou Reed, “Walk on the wild side”, o The Kinks con “Lola”.

¿Quién puede negar que en los 70 surgen los movimientos por la diversidad sexual y las canciones acompañan esas manifestaciones? Pérez Botija ha dejado para el destino la historia de esa canción. A lo más, ha declarado que es la crónica de “un primerizo en sensaciones fuertes”. José José jamás aceptó que fuera el ligue nocturno de un travesti con un heterosexual engañado, en una letra que dice: “al mirarte me sentí desengañado, solo me dio frío tu calor, lentamente te solté de entre mis brazos, y dije estate quieta, por favor…pobre tonto, ingenuo charlatán, que fui paloma, por querer ser gavilán”.

Es una de las canciones más populares de José José, y lo fue en la España de Pablo Abraira. El contexto español no niega los progresos de la democracia después de Franco, y los travestis inmediatamente lo convierten en su himno, según escribe Rubén Romero Santos, en “tiempos propicios para el poliamor, la polisexualidad: en la España de la transición”. En México, más “por abajo del agua” y con menos democracia en tiempos del PRI —sin ninguna transición—, nadie reivindica la canción, salvo en los antros gay de aquella época, y ahora. Hubo quienes se atrevieron a jurar que fueron fuente de inspiración. Otros, que vivieron lo que dice la letra de Pérez Botija…

Hay muchas canciones mexicanas bajo este precepto ambiguo. “Macorina”, inspirada en un poema de Alfonso Camín, al que Chavela Vargas le pone música e intención. El compositor Gabriel Ruiz, que musicaliza la letra de “Usted es la culpable”, escrita por Antonio Zorrilla. La intérprete Elvira Ríos, con innumerables canciones de doble filo. José José y Pérez Botija podían decir lo que quisieran, pero imposible negar que el travestismo hispano ya había hecho una loa de esa canción, igual que en México.

El cantante mexicano era un ídolo en nuestras casas. Una referencia que había terminado con una época del bolero para dar paso a la balada. Una voz a la que nadie competía, en su época y quizá hasta la fecha. Una pena cuando el alcohol y las drogas lo dejaron sin voz. Un hombre del que el mundo del peor espectáculo hizo escarnio. A quien un homenaje de roqueros no logró hacer un disco medianamente bueno. En su imitación, Cristian Castro salió bien librado, pero ni por asomo lo supera. Malas películas del cantante, a pesar de los taquillazos. Asombra que Mauricio Carrera haya escrito al lado de Anel una versión de esa historia. Y en su autobiografía, José José demuestra que quiso contar su vida como si fuera una sesión de Alcohólicos Anónimos.

“Hoy quiero saborear… que el aborto será legal”, decía una pinta de mujeres. Día de borrachera la del sábado. Descansa en paz.

Google news logo
Síguenos en
Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • juanamoza@gmail.com
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.