Cultura

Becas

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Otra vez el descontento con becas que otorga el Estado. Que nadie conoce a los premiados. Que los jurados fueron amañados. Que la selección no corresponde a la calidad sino a la cercanía con la 4T. Que aparecieron de nueva cuenta muchos de los mismos de siempre. María Rivera piensa “promover un amparo contra el proceso mismo, de modo que se reponga en su totalidad” en el campo de la poesía. Hasta ahora, los únicos satisfechos, felices, son los seleccionados, obvio. Y algunos que por corrección política felicitan a los nuevos y viejos becarios…que repiten.

Uno sigue pensando que el Estado no es siquiera garantía de que sus artistas e intelectuales serán algún día referencia al menos en su propio país. Que una beca no hace a un creador. Que los que eligieron el arte saben del difícil camino para vivir de este quehacer. El aval gubernamental no es un sello de prestigio (con el tiempo hemos podido constatar que es más bien lo contrario). No es más que un trámite para obtener una beca y sufragar gastos para investigación sobre un proceso creativo, o para simple sobrevivencia.

Suman dos años que el gobierno actual otorga las becas que existen desde la época de Carlos Salinas de Gortari. No tiene mucho que se debatía el supuesto peligro de que AMLO desapareciera las becas para los artistas de México. Pues no. Pura pólvora sin fuego. De Salinas a la fecha el conflicto sigue siendo el mismo: ¿por qué a ti sí y a mí no; por qué tú llevas más de cuatro becas y yo apenas una sola vez; por qué a mí ninguna y a ti siempre? La sociedad cultural es cainita, no se detiene en diplomacias. Aristocráticos o populistas, da igual. Nadie está complacido por un simple galardón. Eso sin importar el público que ni siquiera los lee, los va a ver al teatro, los mira bailar, escucha su música o su interpretación, observa su pintura o instalación. Porque una cosa es o debiera ser cierta: becados sin público sí que es un gran dilema…

Alguien está equivocado en el procedimiento porque cada año es la misma discusión. Ya no está Octavio Paz para echarle al poeta la culpa de todo. Ni Carlos Monsiváis o Carlos Fuentes. Muertos los reconocidos parece ser que lo que no se acaba es la grilla cultural.

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Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • juanamoza@gmail.com
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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