Lorenzo Córdova dejó contaminado al INE. El instituto electoral actualmente está en shock. Sus consejeros divididos arriesgan el proceso electoral 2024.
Con 12 años de Córdova en el INE, 14 de Edmundo Jacobo y 9 de Ciro Murayama, desde el 2009 se encargaron de sembrar resentimientos en la estructura del INE para detestar a Morena y aborrecer a AMLO.
El Consejo está dividió en dos bloques. El primero, conformado por la presidenta Guadalupe Taddei, Norma de la Cruz, Rita Bell López, Jorge Montaño y Uuc-kib Espadas. El segundo grupo de consejeros está conformado por Claudia Zavala, Dania Ravel, Arturo Castillo, Jaime Rivera, Carla Humphrey y Martín Faz
Las tensiones internas han impedido el nombramiento del secretario ejecutivo, han trabado decisiones estratégicas como la integración de las comisiones y hubo confrontaciones públicas subidas de tono.
La situación es tensa al grado que el representante del PRI ante el Consejo General del INE, Hiram Hernández, exhortó al Consejo General a nombrar las comisiones bajo consensos, ya que de “desde hace muchas semanas y meses hay problemas con los nombramientos porque hay muchos jaloneos. Me da mucha tristeza ver un consejo dividido”. La confrontación volvió a la luz pública en la discusión de los criterios de paridad para garantizar candidaturas para gobernador.
Es normal que en órganos colegiados surjan discrepancias. Lo preocupante es la dificultad para llegar a acuerdos y que los antagonismos se ventilen a la opinión pública. El espectáculo de las discrepancias debilita al órgano electoral, finalmente es un yerro político.
El mal manejo comunicativo de los conflictos internos desfallece la imagen del instituto. Situación preocupante ante los delicados comicios de 2024 que requieren de árbitros fuertes y sólidos.
Y qué decir del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM). Padece igualmente de conflictos y divisiones internas. Está en juego la puja dominada por egos desbordados. La pérdida del poder del PRI ha provocado el extravío de la brújula política. Un grupo encabezado por la presidenta frente a otro liderado por Daniela Durán.
Pareciera que las consejerías aún no se han ubicado ante el cambio radical de la circunstancia política en la entidad. Prueba de ello es el desbordante presupuesto 2024. Ahí se incrementan los salarios en 8%. Se acentúa la casta de privilegios que constituye un verdadero insulto ante los niveles exiguos de la mayoría de los servidores públicos de la entidad.