Así como se explica en las conferencias sobre la epidemia, el virus es más agresivo y hasta letal en aquellas personas que tienen condiciones de salud previas que juegan en contra a la hora de batallar con el covid-19 como la obesidad, diabetes o problemas coronarios. Lo mismo aplica a las empresas, a los municipios y a los estados.
Esta semana se presentó el Índice de Competitividad Estatal 2020, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Si bien el levantamiento de datos se hizo durante 2019, sí es un ‘check up completo’ previo a la epidemia que revela cómo cada entidad está manejando la crisis hoy. ¿Qué es un estado competitivo? Para este estudio es aquel que consistentemente resulta atractivo para el talento y la inversión, lo que se traduce en una mayor productividad y en mayor bienestar para sus habitantes.
“A los estados más competitivos les pega más la epidemia, porque son los más industrializados y que tuvieron que frenar de golpe toda su actividad, pero serán los que pueden rebotar más rápido, los que tendrán una salida de la crisis en forma de V, como vaticina Banxico. En cambio, en los más pobres la recuperación será mucho más lenta”, me explica Manuel Molano, todavía director general de IMCO.
Así como en el semáforo epidemiológico, el instituto también separó el país en 16 entidades que tuvieron méritos de competitividad de otras 16 que no ganaron ninguna ‘medalla’ (como ellos llaman a los avances) en el último año.
Los estados con medalla fueron Aguascalientes, Baja California, BCS, Campeche, Chihuahua, CdMx, Coahuila, Colima, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán. De estos, siete están entre los 17 que migran desde hoy al semáforo naranja. Entre los que tienen medalla de oro, pero que continúan desde el punto de vista de la pandemia en rojo son solo dos: CdMx y Querétaro.
“Los estados más avanzado en cuestiones de competitividad son los más diversificados y eso es una ventaja que tiene CdMx, donde uno encuentra todas las actividades económicas que analiza el Inegi. En cambio, en los que tienen poca variedad (como Quintana Roo, enfocado solo a turismo, o Campeche, al petróleo) será más lenta la recuperación económica”, agrega Molano, quien ve con buenos ojos que se haya tomado en cuenta la situación de cada estado a la hora del semáforo, que no sea uno solo nacional sino 32 diferentes.
Y esto también ha puesto a los estados en una situación diferente frente al gobierno federal. “Crecerán los pesos locales versus el gobierno federal, como está pasando en todo el mundo a partir de la epidemia, porque la gente valora ahora la ‘política de cercanía’ más que las políticas nacionales”, decía la senadora Vanessa Rubio en una charla del International Women Forum días atrás.
¿Será momento de devolver al potestad fiscal a los estados? ¿Será momento de revisar más equitativamente la coparticipación en pos de ayudar a las zonas a salir de permanente ‘semáforo rojo’ de la competitividad?
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