No somos parte de la poderosa Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). México se sumó hace cuatro años a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (la OPEP+). Sin embargo, nuestro país estuvo hasta ayer en los titulares de todo el mundo al convertirse en un factor decisivo para sellar el mayor acuerdo de recorte de producción de petróleo de la historia, un pacto sin precedentes para recuperar su cotización internacional. La epidemia volteó el 20% de la demanda mundial, como nunca antes.
A todos los países invitados a este acuerdo se les pidió recortar 23% de su producción, lo que sumaba un total unos 10 millones de barriles menos al día. Este porcentaje en México era equivalente a 400 mil barriles.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, se plantó en 100 mil barriles, en una enorme mesa de ‘poker petrolero’ donde era la única mujer presente. Hasta se levantó de ella y eso se convirtió en ríos de tinta en todos los medios globales.
Pero no es la primera vez que México, que ostenta 1.75% de la producción petrolera y 4.5% de las reservas a escala mundial, decide no acatar las sugerencias de recorte de producción de la magnitud que invita la OPEP. “Lo hicimos justamente en la negociación de la Declaración de Cooperación de 2016, que dio origen a la negociación de esta semana. Entonces no comprometimos recortes, solo administrar el declive natural de nuestra producción. Fuimos el único país que no recortó más allá de eso y fue parte del acuerdo. La diferencia es que se estableció desde el inicio y la situación era distinta. No es lo mismo una sobre oferta de un millón de barriles que de 10 o 20 millones por la caída en la demanda”, me explica Aldo Flores-Quiroga, profesor visitante en la Universidad de Texas en Austin y Asesor senior para FTI.
Ayer por la tarde finalmente el acuerdo quedó cerrado, con México aportando 100 mil barriles como en el primer momento más un plus de 300 mil que aportará extras EU después de un acuerdo entre Palacio Nacional y la Casa Blanca.
“EU disminuirá en forma natural el recorte de producción de 2 millones de barriles diarios, al ser un mercado de empresas privadas por la contracción de precios se baja la producción”, agrega el analista Ramsés Pech. Pero no es el caso de nuestro país, donde el mercado es dominado por el estado, el recorte equivaldrá a cerrar 1,948 pozos en tierra o 1,000 pozos si se dividiera en dos la producción de pozos en campos marinos y terrestres, según midió Pech.
El gobierno mexicano consiguió el resultado con el que llegó a negociar, mantuvo su postura y quedó en la mesa (de la que algunos socios de la OPEP querían quitar). Pero tal vez hubiera sido mejor recortar más barriles (ante la situación actual del mercado y de los costos de producción en Pemex) y no asumir una deuda con EU.
Justo cuando el gobierno anunció que ni la epidemia lo iba a orillar a endeudarse, terminamos con un compromiso ni más ni menos que con el gobierno vecino.
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@ba_anderson