El tema de la mayor parte de la semana pasada fue la situación que pasó en el partido de América contra Rayadas en el estadio Azteca. La intervención del DT Craig Harrington ha sido duramente criticada por doquier. En este caso, no nos meteremos a la situación en sí, sino a lo que representan acciones de esta índole en el futbol femenil en México.
En este tiempo, la Liga se ha caracterizado por tener pocas acciones antideportivas. Aunque suele ser limpio y con saldo muy a favor, por supuesto no está exenta de que existan acciones de violencia, de agresión y de antideportivismo. Afortunadamente, pasa tan poco, que cuando sucede una situación así, se convierte en nota de inmediato.
Estas acciones, aunque muy aisladas, no dejan espacio para que salgan detractores por doquier con comentarios de todos tipos, muchos muy fuera de lugar. Ojo, no estoy de acuerdo en que sucedan situaciones antideportivas, pero el futbol no deja de ser un deporte lleno de pasión, entrega y muchas emociones.
Lo que sucedió el lunes en el Azteca traspasó las fronteras del futbol. Se crearon espacios en distintos medios de comunicación sobre la no violencia en el deporte y en el futbol femenil, en México y en general.
Por ejemplo, hubo un space en la red social del pajarito, donde se sumaron más de mil personas escuchando voces que quisieron aportar su parte en el tema. Hubo de todo tipo de opiniones en contra de lo sucedido, pero sobre todo, a favor de mantener y fomentar un ambiente libre de violencia, no solo en la cancha, sino afuera de ella también.
Entre la mayoría de las mujeres del medio del futbol femenil existe un sentimiento de sororidad, de acompañamiento y de apoyo entre todas. Claro que hay de todo, pero considero que es esa sororidad, la que provoca que nos apoyemos, nos impulsemos y busquemos respaldarnos entre todas.
No queda más que seguir abriendo la conversación cuando suceden acciones que van en contra del deportivismo que ha caracterizado a la Liga Mx Femenil.
En nuestro futbol, no.
Balbina Treviño
Twitter: @balbinama7