Cultura

El poder justifica los medios

Atenidos al estado en el que tenemos al país, nosotros en colaboración con las generaciones previas (y que cada cual eche el cálculo tan atrás en la historia como le parezca), podría resultar provechoso regresar al origen, a los medios pueriles para aprender y entender.

Por ejemplo, aunque es pura ficción, el presidente, alguno, dice: cerré las válvulas de los ductos por los que inicia la distribución de combustibles, a lo que según la mayéutica infantil toca reponer: ¿por qué? Pues porque de esos ductos se roban la gasolina, el diésel y también petróleo crudo. ¿Por qué? En algún momento, hace mucho, alguien comenzó a hacerlo y vio que era bueno y provechoso. ¿Por qué? Porque vendía lo extraído y casi todo el dinero obtenido era ganancia, eso causó que lo imitaran y nadie lo impidió. ¿Por qué? Porque en la empresa administradora de los ductos, Pemex, notaron que a los distintos destinos no llegaban completos los envíos, pero algunos notaron asimismo que podían lucrar, es decir, ganar dinero, y les pareció bueno y provechoso, sólo debían dejar que los que perforaban los tubos lo siguieran haciendo, con la condición de compartir los dividendos. ¿Por qué? Porque se trata de que cada uno saque ventaja de lo que tenga a la mano sin importar lo que haya alrededor, digamos el interés de la gente, o si el hecho es ilegal. ¿Por qué? Así ha sido en este país; lo sustancial es alzarse antes que nadie con los beneficios, de lo que sea y como dé lugar, en la política, en el gobierno, en los negocios, en la academia, entre vecinos, al manejar un coche, al irrumpir en la fila para comprar tortillas. ¿Por qué? Bueno, otro presidente, que dios confunda, creía que es una tara que portamos; o sea, que desde que nacemos la sociedad nos enseña, sin notarlo, ni ella ni nosotros, que agandallar es el principio superior para sobrevivir y para progresar; aunque hay quienes aseguran que es de este modo porque las autoridades, voluntaria o involuntariamente, no hacen que las reglas se cumplan. ¿Por qué? En algún momento, hace muchos años, algunos responsables de guardar y hacer guardar la Constitución y sus leyes complementarias comenzaron a guardar y hacer guardar sólo aquellas que les convenía, y vieron que era bueno y provechoso, para ellos, y otros siguieron su ejemplo; por eso hoy toca cerrar las válvulas, por lo pronto las de los ductos de hidrocarburos, luego, por qué no, las de la vida libre en comunidad. ¿Por qué? Porque ya vimos, en dos semanas, que cuando no hay algo para robar, digamos gasolina en los ductos, nadie roba; entonces, si cegamos los otros ductos (es una metáfora), los que ponen a la gente en contacto con la gente según su voluntad les indique, y la conducimos a estar sosiega en sus casas, que nomás salga para lo que sea de supervivencia, trabajar, ir a la escuela, mercar víveres y visitar al doctor, cesarían, casi enteramente, los delitos. ¿Por qué? Cada cual cuidaría, día y noche, su patrimonio, y con las personas resguardadas en sus hogares, en sus lugares de trabajo y en los planteles escolares, los maleantes se quedarían sin “clientela”. ¿Por qué? El problema, la multitud de problemas que padecemos, nace de que los gobernantes ya no distinguen a los buenos de los malos, y viceversa: a los ciudadanos tampoco les resulta sencillo reconocer a las autoridades virtuosas de entre las perjudiciales sino hasta que el daño está consumado. ¿Por qué? A estas alturas de los anales patrios, de las instituciones y del estado de derecho, lo único que sabemos con certeza es que el mal está incesantemente ahí, acecha, actúa, lástima, corrompe y se reproduce, lo que nomás se remediará si cerramos las válvulas por las que fluye cualquier potencial materia de delito, los combustibles y, para la inseguridad, tal vez las libertades y los derechos conquistados. ¿Por qué? Porque por otras vías no pudimos, no podemos o, mejor, niño, para que ya dejes de preguntar: porque no queremos, y córrele porque ahí viene El Mencho.




agustino20@gmail.com



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Augusto Chacón
  • Augusto Chacón
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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