“Fui a los bosques porque quería vivir solo. No quería vivir lo que no era vida, ni quería practicar la renuncia, a menos que fuese necesario. Quería vivir profundamente y extraer toda la médula a la vida, vivir de una forma tan intensa y espartana que pudiese prescindir de todo lo que no era vida...”
Este es un fragmento de la obra literaria el Walden escrita por Henry David Thoreau quien fue un escritor, poeta y filósofo estadounidense, de origen puritano, autor del Walden y Desobediencia civil. Thoreau fue naturalista, conferencista y fabricante de lápices. Thoreau se mudó a una pequeña casa que había construido en medio de un bosque alrededor de las costas de Walden Pond en Concord, Massachusetts en los Estados unidos. Thoreau elaboró el concepto de “desobediencia civil” como respuesta pacífica ante dos hechos políticos que le repugnaban moralmente en los Estados Unidos de su época: la esclavitud de los afroamericanos y la guerra contra México.
De este hecho nace su ensayo La desobediencia civil que se constituye como una herramienta de lucha política, generalmente vinculada al pacifismo. Y esta postura aplica ante un inevitable desastre democrático como el referente a la realización de la reforma judicial.
Otro caso que llama la atención se dio el pasado lunes 19 de mayo, el abogado Carlos Velásquez de León ofreció una disculpa pública al presidente del Senado Gerardo Fernández Noroña, luego de una discusión que tuvieron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el pasado mes de septiembre. Noroña, por ello, se quejó que el ciudadano lo había agredido física y verbalmente, y utilizó todo el mecanismo del estado para humillar y hundir a un ciudadano mexicano. Este ciudadano tuvo que ir al Senado, sentarse a un lado de Noroña, y ofrecerle una disculpa pública, en una especie de ritual como medieval, cuando paseaban por la plaza a los sancionados y los latigaban delante del pueblo, para que todo el pueblo aprendiera, transmitido en vivo en los medios de comunicación del Senado.
Si el senador pensaba que con este tipo de disculpa se iba a purificar o limpiar su imagen pública, realmente está muy equivocado. Lo único que queda grabado en la memoria colectiva, que es sólo un político desubicado que abusa del poder, que sus excesos son cubiertos con nuestras contribuciones y que se ha ganado el desprestigio de toda una nación.