Cultura

Vidas pasadas. De amores e identidades

  • La pantalla del siglo
  • Vidas pasadas. De amores e identidades
  • Annemarie Meier

Escribo de **Vidas pasadas (Past Lives) con un ligero sentimiento de culpa ya que la película no está en cartelera y no le encuentro fecha de estreno ni en salas ni en plataformas de streaming. Resulta extraño después del éxito que el filme ha tenido en Estados Unidos y Europa. La opera prima de la realizadora coreano-canadiense Celine Song es un pequeño gran filme sensible e inteligente acerca del poder que las experiencias y los sentimientos infantiles y juveniles pueden tienen en las decisiones que tomamos a lo largo de nuestras vidas y los ¨viejos¨ anhelos con los que, desde el presente, imaginamos nuestro futuro. Suena a temas complejos para describir una película que, a primera vista, narra una historia sencilla: La de una mujer y un hombre que se han conocido y han convivido en la niñez, fueron separados y se vuelven a encontrar como adultos.

La chispa y profundidad de la historia está en las circunstancias, la empatía que, como espectadores, sentimos por las emociones de los personajes y la inteligencia y sensibilidad con las que Celine Song armó la historia y la aderezó con un tercer personaje y los espacios de Seúl en Corea y Nueva York en Estados Unidos. A partir de la amistad de los niños y adolescentes Na Yong, que cambia su nombre a Nora cuando la familia migra a Canadá, y Hae Sung quien seguirá viviendo con su familia en Seúl donde estudia ingeniería, el filme construye temas como los matices y el poder del apego, el deseo y el amor, la experiencia de la migración, la construcción de identidades y la pregunta por el destino o la autodeterminación.

Los saltos de tiempo con las que Song presenta la historia y aborda los temas, obligan al espectador a construir la cronología de los sucesos. La película empieza y termina en el presente de los personajes en Nueva York durante una visita de Hae Sung (Teo Yoo) quien sigue viviendo en Seúl, a Nora (Greta Lee) quien es escritora de teatro y está casada con el escritor neoyorquino Arthur (John Magaro). Desde la separación de los niños, amigos y compañeros de colegio, han pasado 24 años. El segundo bloque describe la amistad de los niños y sus madres y el carácter pacífico de Hae Sung que no entendía la competencia de Nora por ser la número uno de su clase. Doce años después y separados por miles de kilómetros, los jóvenes se encuentran por facebook y reanudan su amistad por Skype. Pasarán otros diez años para que Nora y Hae Sung se encuentren en Nueva York.

Las secuencias al interior de los bloques de tiempo están integrados con enorme sensibilidad y observan a detalle los matices de las emociones de los personajes. Introducir y cerrar el filme con el único diálogo en el que los protagonistas hablan de sus vidas y se confiesan su apego, invita a la reflexión. El choque entre el destino y la autodeterminación se tematiza a través del concepto espiritual ¨In-Yun¨, según el cual la fuerte atracción entre dos personas es el resultado de una vida anterior. En contraste con el destino se muestra de qué manera la experiencia de la migración ha llevado a Nora a integrar culturas, lenguas y modos de vida. **Vidas Pasadas responde, sin duda, a experiencias de la realizadora que nos hace reconocer tonos, matices y transformaciones del amor, la pareja, los anhelos y las identidades.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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