En los años 70 escuché a los cardencheros de La Flor de Jimulco mientras comía elotes frente a una fogata. En los años 80 escuché a los cardencheros en la Galería Argos de esta Ciudad y en el ejido Sapioriz, municipio de Ciudad Lerdo. Y en los últimos años tuve la oportunidad de escuchar a los nuevos cardencheros, que han heredado no solo el cancionero de Juan Sánchez, Eduardo Elizalde y Pablo Garcia, sino la esencia, el tono lastimero de la cardenche, la que se cantaba en los basureros de algodón, las orillas de las acequias, los campos laguneros. Todo pareciera normal, en 40 años he escuchado a dos generaciones de cantantes a capella, pero al observar en detalle, los cardencheros en el cañón de Jimulco están desapareciendo y los campesinos cantantes del cañón de Fernández, también. El contexto del canto y de sus intérpretes ha cambiado, la miseria extrema, los peones de las haciendas pre Reparto Agrario, la relación trabajador-patrón, es otro, radicalmente distinto. “A morir a los desiertos”, la estupenda película documental de Marta Ferrer, ganadora del Festival de Cine Latinoamericano Toulouse, Francia, 2018, subraya muy bien lo anterior.
El hip hop, el corrido acardenchado, el coro acardenchado y lo que venga después, son ejemplos de continuidad, de trabajó sistematizado para re valorar a la cardenche.
¿Sobrevivirá este canto lleno de lamentos a la sociedad altamente tecnificada?
Hay muchos esfuerzos compartidos, desde los discos de 33 revoluciones de los años 70, que editó la UNAM, hasta el Recinto Cardenche, convertido en un afortunado Centro Cultural de Iniciación Artística auspiciado por la Asociación Civil cardenchera y la ULSA Laguna... Hay un trabajo respaldado por cantantes como Lila Downs y Pablo Villa, por “Acardenchados”, el “Coro Acardenchado”, el intérprete radicado en Ciudad Lerdo, Nacho Cárdenas, la cantante Macuilxochitl Ponce y su bellísima voz... Y en el mismo ejido hay varios muchachos que trabajan en los talleres de cardenche, destacan por su apoyo al canto, Higinio Chavarría. Ellos siguen los pasos de Guadalupe Salazar, Fidel Elizalde, Antonio Valles y Aniceto Chavarría.
También hay un trabajo importante de rescate, revaloracion y difusión de la Pastorela acardenchada. La Dirección de Culturas Populares, Durango ha apoyado esta labor desde su fundación en los años 80, los trabajos de Alfonso Flores Domínguez y Alberto González Domine, desde los años 70, han sido fundamentales y ahora universidades como LaSalle Laguna, se comprometen con esta tarea. Todos con todo por la continuidad de la Cardenche ¿Podemos parar el mundo mientras ajustamos este asunto del cambio cultural y la extinción del Canto Cardenche?
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