Política

El poder del pueblo (¿o de quién?)

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  • Ángel Carrillo Romero

Circuló en redes sociales un video en el que un hombre, visiblemente molesto, me emplaza a pedir disculpas a José Roberto Rocha por haberlo llamado “chambitas”. 

Sí, recuerde el caso de Anuel, el niño de seis años que perdió la vida en la escuela Cuauhtémoc, del ejido San Miguel, en San Pedro de las Colonias, Coahuila. 

El menor salió a su clase de Educación Física, se apartó del grupo y fue hacia otra zona del patio, donde se construía una techumbre. Se recargó en un tubo y este se desplomó sobre él. 

La historia ya la conoce; de lo contrario, búsquela. Aquí le dejo el enlace a la columna que publiqué el fin de semana pasado en este mismo medio:

[Cuando la escuela no es nuestra](https://www.milenio.com/opinion/angel-carrillo-romero/vertebral/cuando-la-escuela-no-es-nuestra).

Y le contesto a ese hombre tres cosas. La primera: no solo ofrezco disculpas, pido perdón. 

La segunda: las disculpas públicas por mi comentario están sobre la mesa. Y la tercera —fíjese bien— es que buscaría al hoy procesado José Roberto “N” para hincarme y pedirle clemencia.

Pero con una sola condición: devuélvanle el niño a su familia. En ese preciso momento me arrodillaría y le imploraría perdón al “chambitas”. 

Porque, dicho sea de paso, no tenía una empresa formal; operaba fuera de la ley, desde un taller improvisado en su casa.

En el video, el hombre que defiende al hoy indiciado asegura que ahí se demuestra “el poder del pueblo”. Me pregunto: ¿a qué pueblo se refiere? 

Porque si le preguntamos a la familia de Anuel, probablemente su percepción del “poder” sería muy distinta. 

Y aún faltan voces por escuchar: el director del plantel, el profesor de Educación Física, la maestra responsable del grupo y todos los demás actores que la autoridad debería investigar.

¿“Seudoperiodista”?

¿“Panfletero”? Está bien, señor. Acéptelo si quiere: no voy a ir a hacerle una manifestación. 

Pero tampoco voy a ser omiso frente a la hipocresía de quienes confunden justicia con compadrazgo, ni ante los que creen que el dolor de una familia puede lavarse con excusas o aplausos de Facebook.

El verdadero poder del pueblo no está en defender negligencias, sino en exigir que nunca más un niño muera por la indiferencia de los adultos.


angel.carrillo@multimedios.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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