Ya no les quedó de otra. La evidencia era demasiada y los gobiernos Federal y de Guanajuato tuvieron que trabajar juntos. Es lo que todos pedían desde hace mucho, pero por fin dieron muestra de que cuando quieren, sí se puede.
La detención de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, demostró que cuando las autoridades ponen voluntad, se logran los objetivos.
Ayer dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador que el cártel de El Marro creció por complicidad de autoridades e impunidad.
Ayer se entendió el mensaje, cuando las autoridades deciden no voltear a otro lado, no les queda otra que hacer su trabajo y en este caso era capturar al líder de una banda criminal.
La omisión también es una manera de caer en complicidades y en la eterna lucha entre autoridades federales y estatales de que los homicidios son del fuero común, es decir responsabilidad de Guanajuato, y que el crimen organizado le compete al gobierno Federal, los únicos que ganaban eran los grupos delincuenciales.
Ya se vio que la política de abrazos, no balazos, no lleva a ningún lado. No sirve eso de acusar a los delincuentes con sus mamás y sus abuelitas. Y mucho menos decirle “Fuchi, guácala” a los criminales, como algún día hizo el Presidente AMLO.
Ayer la Federación y el gobierno de Guanajuato, de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, actuaron coordinadamente, no esperamos menos.
Ahora, esta detención no garantiza que se reduzca la violencia en Guanajuato, ayer el propio Presidente dijo que la entidad es la más violenta del país porque se cometen el 15 por ciento de los homicidios dolosos.
Estos terribles números que presenta Guanajuato impactan en el bienestar de sus habitantes, pero también complica las inversiones, pero está visto que sin coordinación, la solución a los problemas de inseguridad está muy lejos.
Ahora el gobierno Federal tiene otro pendiente, de hecho son varios más, los otros cárteles que operan en la entidad y que han realizado demostraciones en videos o que han llevado a cabo atentados nunca antes vistos en la Ciudad de México, como el que hubo contra Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la CdMx.
Nadie debería apostarle al fracaso de las autoridades. Mejor exijamos que cumplan con la tarea para la que fueron electos. Y la seguridad está entre sus pendientes.
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