Ya explotó. Se hizo oficial que Scarlett Camberos deja el club América y la Liga BBVA Femenil, con destino al Angel City. ¿La razón? Acoso y violencia virtual psicológica perpetrada por un aficionado moral y socialmente descolocado que pasó de mensajes en redes, a hackearlas, y mudarse a los mismos depas. Camberos no es la primera ni única víctima, y es quien ha tenido oportunidad de salir, y al mismo tiempo, de exponer masivamente esta situación que ha cobrado la carrera de varias, y la salida de clubes de otras más.
No voy a ahondar en explicar una sensación de miedo para la que quizá a algunxs les falte empatía, quizá ni siquiera para tomar postura, pero al menos, para intentar dimensionar y entender una situación que no se da en la normalidad varonil por muchas circunstancias. Desde una creación mediática de héroes que no los cosifica sexualmente tanto como a las mujeres, hasta salarios que no te permiten salir en una Suburban o con guarros a una casa propia en un fraccionamiento con seguridad, o incluso hasta cámaras. Pasando por falta de voluntad y empatía al interior de la liga y clubes por instaurar protocolos. E incluso, por falta de creatividad para garantizar seguridad a pesar de no contar con protocolos.
Tanto les gusta presumir en redes lo que hacen, y la integración del femenil, bueno, se puede coordinar que nadie de la femenil salga sola a su casa, y sí, si quieren, súbanlo. Presúmanlo. Mejor aún, pueden hacer un programa de hermanxs en contra del acoso, y “hermanar” a alguien de la femenil con alguien de la varonil en algunos trayectos. Hasta que lxs aficionadxs entiendan que el cómo abordan a sus ídolxs, diferente según el género, está mal. Hasta que no sea necesario, hasta que el sistema legal mejore, y hasta que finalmente cambie ese chip. Bonus adicional, con algo así mejoras la vinculación de jugadorxs al club, y refuerzas una identidad de familia capaz de generar pertenencia en jugadorxs y aficionadxs.
Pero antes de subir o comunicar cosas, hay que hacer cosas, implementar sistemas, reestructurar lo que se está cayendo, y también… entender en dónde están paradxs. Producto de una lógica marketera muy mal entendida, que prioriza la comunicación de “nada” y “manejos de crisis, se suben comunicados que dejan peor paradas a todas las instituciones, y se transmite, también, una cobertura muy pobre de la liga femenil.
Cuando comunicas “nada”, porque literal no hay nada que decir ni presumir ¿qué pasa? Se cree que es imperativo resaltar “la buena imagen” o lo que se cree que se ha hecho bien, en vez de, a veces, callar y reconocer. Por eso la liga cree que tiene que presumir asistencia, alcance televisivo, y ser la número uno en comunidad digital.
En otras palabras, es como tener un mueble desvencijado que guarda platos y vasos, por lo que inevitablemente, se caen algunos. Se truenan y quedan en el piso, pasan personas y se entierran los cristales y pedazos rotos. Empieza a haber sangre, y dolor. Y el dueño de la casa en vez de decir “ah es un error, hay que recoger, atender a aquellxs que se cortaron los pies, y arreglar el mueble”, dice: “qué pena que se cortaron, pero vean como brillan las tazas de porcelana”. Honestamente, a nadie le importan las tazas de porcelana. Menos cuando esas quizá ni se tienen que caer para romperse.
Presumir ser la comunidad digital número 1, cuando la violencia en esa misma comunidad digital es determinante en la salida de la jugadora que te obligó a dar ese comunicado, es verdaderamente absurdo. Literal es no entender en dónde están paradxs, y manejar “crisis” como si fueran casos únicos. En vez de entender que, por omitir antes, son una normalidad. Que Las omisiones, así como los hechos y acciones, hablan por sí solas. Y hay veces que, si llevamos acumulando omisiones dentro de una inercia más allá de nosotrxs, como la violencia de género en este país, la mejor comunicación solo es reconocer la impotencia, y antes de hablar, realmente trabajar soluciones.
Por ejemplo, en Italia el futbol femenil se mantuvo callado, porque no fue “profesional” por definición legal, por mucho tiempo. Ayer, en su duelo de ida frente al Barça en Champions League metieron cerca de 39,500 personas.
La sobresaturación mediática de productos deficientes, devalúan los productos. La comunicación mediática y oportuna, cuando los productos ya son de calidad, sigilosamente, hace más y mejor ruido.
Twitter: @KhanPaola