Política

El fin de la polarización

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Una nube negra cubre la ciudad. Criaturas oscuras avanzan envueltas en capas de humo aterrador: dementores de asfalto que devoran la luz, apagan las risas, se alimentan del miedo. Frente a ellos, personas comunes —familias, jóvenes y niños— retroceden primero y luego deciden pelear. Frente a frente, un campo de batalla, dos bandos. De pronto las líneas se lanzan al choque. Es el todo por el todo. Comienza la guerra.

Cursi, largo, melodramático: sí. Pero claro. Es el video de relanzamiento del PAN que, aún sin proponérselo, evidencia la nueva etapa en la que entramos. En México ha terminado la polarización, ahora nos vamos a agarrar a golpes. Empieza la guerra emocional y de valores. Es la guerra cultural.

Durante años creímos que la polarización era el gran problema de nuestro tiempo. Se le atribuyó la erosión del debate público, la radicalización ideológica y la fragmentación social. Teníamos razón. El problema fue que nos limitamos a diagnosticarla, denunciarla e incluso celebrarla: en 2023 la FundèuRAE la nombró palabra del año. Sin embargo, nadie quiso desactivar los polos.  Y es que nadie abandona una fuente de poder escriturada a su nombre.

Para nuestros políticos, la polarización fue un recurso, no una amenaza. Un combustible electoral. En Estados Unidos, Donald Trump sabía que dividir era más rentable que persuadir. Los divididos se autoconvencen, se retroalimentan. No habló con el pueblo sino con los heridos: los que se sentían expulsados del relato nacional y sobre ese agravio construyó su identidad: el resentimiento. En México, Andrés Manuel López Obrador hizo lo mismo.  La diferencia es que Trump lo hizo desde el polo conservador y López Obrador sobre el polo opuesto. Ambos entendieron que la política moderna ya no consiste en ganar argumentos, sino en administrar la ira y el odio.

Hoy la polarización ha cumplido su ciclo. Terminó la fase preparatoria, la fase diplomática del conflicto. Aunque no me lo crea, la polarización fue la fase civilizada de lo que está por venir. Lo que está emergiendo es aún más profundo y peligroso. No estamos polarizados. Estamos en guerra, emocional, moral y cultural.

Era inevitable. Teniendo Morena todos los poderes de su lado, buscaría ahora el simbólico: la hegemonía cultural. Hay de dos: o alguien disputa el pensamiento a futuro o nos sometemos todos. El PAN, quizá sin saberlo del todo, hizo lo único que se podía hacer: no quedar como un partido cobarde. De ahí que el título del video sea también muy claro: No se rindan.

Esta es la era post-polarizada. Una en donde los polos ya no se repelen, sino que chocan. La gente intuye que eso es lo que viene y esta dispuesta a enfrentarlo. 

Los datos lo confirman. El Edelman Trust Index, el New York Times, el Siena College, la UC  Davis y el Public Religion Research coinciden: 30 por ciento de los ciudadanos consideran la violencia como una opción para corregir el rumbo de nuestros países. La violencia está dejando de ser un límite para convertirse en opción.

Finalmente, la última prueba de esta nueva era es desoladora: ya ni siquiera exigimos que nuestros gobernantes gobiernen para todos. Ni quieren ni lo van a hacer. Evidencia de que discutir o polarizar ya no sirve de nada.


Google news logo
Síguenos en
Ana María Olabuenaga
  • Ana María Olabuenaga
  • Maestra en Comunicación con Mención Honorífica por la Universidad Iberoamericana y cuenta con estudios en Letras e Historia Política de México por el ITAM. Autora del libro “Linchamientos Digitales”. Actualmente cursa el Doctorado en la Universidad Iberoamericana con un seguimiento a su investigación de Maestría. / Escribe todos los lunes su columna Bala de terciopelo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.