Según lo que nos dijeron, los hechos ocurrieron más o menos así.
La noche se convirtió en un lugar denso y eterno para nuestra Presidenta: el sueño, como tantas otras soluciones, no llegaba. Daba una y otra vuelta en la cama atrapada en una sola pregunta: ¿A quién mando de embajador a Alemania? ¿A quién? Repasaba en su mente los requisitos del perfil ideal hasta que uno brilló como revelación… ¡Joven!… ¿Cómo no se me ocurrió antes? —se reprochó a sí misma. Claro: ¡Alejandro Gertz! Alemania es nuestro socio económico más importante de Europa, el primer inversionista europeo en manufactura avanzada, Gertz está ni mandado a hacer para el cargo: 86 años y experto en otra cosa —justicia y seguridad—.
No esperó más. Marcó el teléfono del fiscal autónomo de México.
—Señora Presidenta —respondió él, adormilado, pero autónomo.
—Alejandro, discúlpame la hora, pero se me acaba de ocurrir una idea de urgencia para la patria. Ya que enfrentamos tantos problemas con los aranceles que nos impone Estados Unidos, pensé: ¿por qué no ponemos también en peligro la relación con nuestro principal socio en Europa enviando a alguien que no tenga la menor idea sobre inversión en manufactura avanzada? Y me dije: ¡Alejandro! ¿Qué te parece?
El fiscal autónomo meditó apenas unos segundos dentro de los sólidos muros de su autonomía y respondió:
—¡Maravillosa idea! Total, la Fiscalía también es autónoma, los asuntos pendientes ahí irán saliendo solos.
Algo así debió haber sido, ¿no le parece? Ahora bien, si usted piensa que las cosas sucedieron de otra manera, tendrá entonces que cambiar de fuentes, porque en síntesis eso fue lo que nos dijeron en la mañanera.
Y ahí está el problema: cuando todo el poder está concentrado en una sola voz, su eco se confunde con la verdad. Cuando no hay contrapesos y hasta a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le arrancan las cuerdas vocales, lo que antes era una alternativa hoy es una obligación: escuchar la otra voz que sigue viva. La prensa.
Si quiere saber qué pasó con el huachicol fiscal —el caso de corrupción más grande en la historia de México—, la relación que existe entre el dueño del certamen Miss Universo con este delito, enterarse de si pasó algo o no con el Cártel de la Barredora, los políticos involucrados y las oscuras relaciones que con todo ello tiene el senador Adán Augusto López, tendrá usted mismo que buscar y pegar las piezas. No es que antes el fiscal Gertz resolviera o comentara algún caso, el tema es que ahora la versión vendrá de Palacio, diseñada para no pensar, tragar y repetir: Carlos Manzo tuvo la culpa de su propia muerte, la marcha de la Generación Z no existió, todos somos tan felices que iremos este sábado al Zócalo para demostrarlo. Narrativa placebo desde Palacio Nacional.
Si quiere ser un ciudadano autónomo, recuerde: dos o tres fuentes, asegúrese que sean de distinta ideología y arme las piezas. Lo que resulte le servirá para decidir por quién votar en 2027. La verdad está en la prensa. Si se queda con la narrativa oficial no tendrá ya nada en qué pensar y su rompecabezas vivirá tan solo de orillitas.
—Oiga, Presidenta, ¿si en lugar de Alemania fuera Reino Unido?
—Uy, Alejandro, ya me metiste en otra crisis. Luego hablamos.
—Cuelga ya.
—No, cuelga tú.
