Las recientes amenazas a través de “narcomantas” que obligaron a cancelar la famosa feria de Metepec, evidencian que el control del crimen organizado en el Estado de México se desbordó de municipios rurales como Luvianos para instalarse descaradamente en la capital mexiquense, y desde ahí controlar a fuego y sangre el Valle de Toluca. La intimidación y el terror son por sí solos una tragedia, no obstante, lo es aún más el silencio de las “autoridades”, ante las tropelías del narco que mantienen sometida a la sociedad.
Estado que por acción u omisión es cómplice de la violencia contra la población, merece ser repudiado; las balas no solo agujerean huesos y carne, también horadan el alma. La claudicación de los tres niveles de gobierno frente a la delincuencia organizada es una bofetada a la ciudadanía, y muestra de que la fallida estrategia del combate al crimen se apoderó de espacios territoriales de la soberanía del Estado mexicano, sin que nadie haga algo al respecto.
La delincuencia gana terreno y en las últimas horas no solo amenazó, sino cumplió en torno a la feria de Metepec; baleó el autobús de la banda del género grupero, La Adictiva, luego de su presentación en esa demarcación, sin que hasta el momento haya algún pronunciamiento de las autoridades encargadas de tutelar la seguridad de los mexiquenses, lo que genera mayor indignación.
Dicen que el silencio también es una respuesta, y es lamentable, porque México parece estar perdido. El Edomex es un polvorín plagado de grupos de la delincuencia organizada, ahí operan al menos 26 organizaciones delincuenciales, desde cárteles hasta células criminales, que han hundido a la entidad en la violencia y han convertido a los mexiquenses en víctimas permanentes del tráfico de drogas, homicidios, feminicidios, secuestros, extorsiones y robos, conforme datos oficiales.
Según el “mapa de seguridad” trazado por el gobierno federal, en Edomex operan al menos ocho organizaciones delincuenciales, número que crece de manera acelerada, y que mantiene sometidos al menos a 86 de los 125 municipios. Actualmente se identifican a dos grandes cárteles en disputa por este territorio: La Familia Michoacana (con dominio mayoritario en el sur del estado, en colindancia con Guerrero, Morelos y Michoacán), y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que pelea el control en el Valle de México, esto es, en los municipios que rodean a Ciudad de México y en el oriente.
La delincuencia organizada ha posicionado al Edomex en segundo lugar nacional de extorsión, en tanto, delitos de alto impacto están a la alza; los homicidios dolosos también suben, hasta agosto de este año se contabilizaban mil 902 víctimas. Datos de inteligencia estatal refieren que ambos carteles luchan por el liderazgo en 23 municipios locales.
Ana Lilia García Castelán
@anali400300