Espectáculos

"Un actor malo"

Alfonso Dosal ya se consagró con esta película. ESPECIAL
Alfonso Dosal ya se consagró con esta película. ESPECIAL

Hoy jueves 4 de abril se estrena, en los cines, la película mexicana “Un actor malo”. Más que hacerle una crítica, le voy a contar mi experiencia.

Tuve la inmensa fortuna de ver esto sin haber visto el tráiler, sin saber nada de nada. Lo que me motivó a buscarla fueron sus protagonistas: Alfonso Dosal y Fiona Palomo, dos actores en los que creo profundamente.

El caso es que aquello comenzó y dije: “¡Mira! ¡Qué bonita película! ¡Hace mucho que no veía una película sobre cómo se hace una película!

Considerando lo mucho que han cambiado las cosas en los últimos años, esto pinta bastante interesante. Además, Alfonso y Fiona, qué buenos son. No cualquiera actúa que actúa y menos actúa bien haciendo como que actúa mal”.

Y así estaba yo, bien contento cuando, de repente, pasó algo que no le voy a decir para no arruinarle la experiencia, pero que me dejó en “shock”.

¡Pobre de mí! Si en ese primer punto quedé en “shock”, cómo le explico todo lo que sentí en la siguiente hora y media. No me dio un infarto nomás porque Dios es muy grande.

Usted me conoce y sabe que soy muy bueno para llorar en el cine. Aquí grité. Y cuando pensaba que no podían pasar cosas más fuertes, pasaron cosas mil veces más fuertes que las cosas fuertes que ya habían pasado.

El señor Dosal y la señora Palomo son el Daniel Jiménez Cacho y la María Rojo de una nueva generación. Alfonso ya se consagró. Punto. Y Fiona, que es muy joven, ya garantizó el mejor de los futuros en esta industria.

¿Me creería si le dijera que en esta película hay dos o tres escenas para la posteridad? La del “por favor” es una cátedra de actuación.

¡Qué decisión tan más inteligente la del director de regresar a ella en los créditos finales!

Mucha gente me odia cuando digo esto, porque el nivel de nuestro cine es tan alto que cada vez lo digo más seguido, pero estamos ante una obra maestra, ante una experiencia que hace muy pocos años hubiera sido inimaginable.

¡Pues de qué trata esto! De la violencia de género, pero desde una perspectiva tan única, tan innovadora y tan excepcional que no hay manera de no “disfrutarla”.

Cualquier película sobre violaciones, groserías, acoso, tocamientos y terror psicológico es nada en comparación con lo que aquí se expone.

Ya hubiera querido Jodie Foster, en “Acusados”, cinta con la que ganó el Oscar, la mitad de los recursos creativos que Fiona utiliza dándole vida a su personaje.

Pero Alfonso, insisto, ya nunca volverá a ser el mismo. Lo que él logra aquí con su cuerpo, con su voz y con su mirada sólo lo han logrado algunos grandes como Diego Luna, Gael García Bernal y Demián Bichir.

Yo no sé si lo que voy a decir invite a ver la película o no, pero tengo que ser muy sincero.

Mi vida está dividida entre personas que odian a las mujeres, que no entienden lo que pasa en fechas como el ocho de marzo y que, en la cúspide de la ignorancia, las llaman “femininazis”, y entre feministas que van con todo en su lucha por la justicia.

Y cuando digo todo, es desde defenderse a golpes por una falta de respeto hasta incendiar la puerta de Palacio Nacional pasando por tendederos, redes sociales y denuncias con todas las de la ley.

Ambos extremos tienen que dejar de hacer todo lo que están haciendo, correr a ver “Un actor malo” y discutirla punto por punto porque ahí, a diferencia de cualquier otro filme, serie o documental que exista en el mercado, se expone con escalofriante claridad lo que está pasando, en este sentido, en el México de hoy.

No tengo el gusto de conocer al escritor y director Jorge Cuchí, pero ya me urge entrevistarlo, contarle más cosas que vi aquí y casi, casi, hacerle un homenaje en vida.

Igual, debo felicitar públicamente a Karla Coronado, Ana Karina Guevara, Patricia Soto, Mónica Jiménez, Gerardo Trejoluna, a Juan Pablo de Santiago y al resto del reparto porque sus interpretaciones me volaron la cabeza, me hicieron entender.

La fotografía de José Casillas, por cierto, es de concurso porque todo el tiempo se está moviendo, porque impide que aquello se estanque en lo teatral, porque le da cine al cine.

Y la frase final se la dejo de tarea porque después de esto nada volverá a ser igual.

Luche por ir a los cines a ver “Un actor malo” ya, ya, pero ya.

Y no cometa el error de esperar a que la suban a las plataformas porque eso es precisamente lo que impide que estos títulos se comenten hoy como antes se comentaban clásicos como “La tarea”, “Sólo con tu pareja" y “Como agua para chocolate”. ¿O usted qué opina?


Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.