Quiero ver la cara de los conservadores después del estreno de “Mañanera 360”, una de las más grandes aportaciones mediáticas de 2022.
¿Por qué? Porque ahí sí les dicen sus verdades, porque ahí sí se los ponen como lazo de marrano y ni modo de echarle la culpa al presidente.
No es él quien habla, es el pueblo de México presentado por dos periodistas que, además, tienen invitados, reporteros y presentan secciones.
¿Qué es “Mañanera 360”? Un “magazine” periodístico que se transmite después de la conferencia matutina de Andrés Manuel López Obrador en Canal Catorce, una señal pública que se puede ver en todo el país a través de la televisión abierta y en todo el mundo vía redes como YouTube.
¿De qué trata? De analizar todo lo que se acaba de decir en “La mañanera”.
¿Por qué? Porque como hay tantos intereses en tantas partes, por increíble que parezca, ahí se profundiza en afirmaciones que en otros lados ni siquiera se mencionan.
Por si esto no fuera suficiente, en esta emisión se le responde a los medios y a las redes que tergiversan las palabras de AMLO, se combate la infodemia, se estimula la crítica y se hace un ejercicio de alfabetización mediática.
Muchas personas y muchas instancias deben estar furiosas, si no es que apanicadas, porque este proyecto contribuye a establecer un equilibrio editorial que impedirá muchas irregularidades que se estaban dando en cualquier cantidad de periódicos, revistas, estaciones de radio, canales de televisión y portales de internet.
Yo, como miles de personas, vi completo, ayer, el programa de estreno y no daba crédito de la valentía de lo que ahí se estaba diciendo ni del ingenio que se puede ver desde los créditos hasta la parte estructural.
“Mañanera 360” es un poquito como, en su momento, “En tienda y tras tienda” de Imevisión sólo que cambiando el ambiente de “tiendita” por el de una cafetería donde sus presentadores pasan por “el plato fuerte”, “las guarniciones”, “el postre” y muchas secciones más.
¿Quiénes conducen? Azul Alzaga y Jorge Armando Rocha. No sabe usted qué comentarios tan más atinados, inteligentes y chistosos se avientan. Se nota que gozan cada minuto del programa y decir eso con un concepto como éste no es cualquier cosa.
La razón es muy simple: imagínese usted, por favor, la agilidad mental, dominio de la materia y capacidad de respuesta que estos dos periodistas deben de tener para analizar algo tan impredecible, espontáneo y a veces tan de color como “Las mañaneras”.
Mis respetos para ellos y para toda la gente que coordina y produce esto porque, insisto, debe ser una locura llevar al estudio a alguien como Paco Ignacio Taibo II, mover al reportero de Palacio Nacional a las calles para grabar sondeos de lo que acaba de pasar y tener imágenes para ilustrar hasta de las ocurrencias del gobernador de Nuevo León.
¿Cuál es la nota? Que en la medida en que Azul y Jorge Armando se integren y se pongan más divertidos, aquello se convertirá en un referente tan poderoso o más que los “mil” programas de radio, televisión y redes sociales que a diario le tiran a López Obrador. ¡Cuidado con ellos!
Luche por ver “Mañanera 360” todos los días, después de “La mañanera”, en Canal Catorce. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com
