Espectáculos

"El padre de la novia" de HBO Max

Siento un cariño muy especial por Gary Alazraki porque este joven y talentosísimo director mexicano cambió la historia de los contenidos en toda Latinoamérica.

Si no fuera por su “Club de Cuervos”, no tendríamos la efervescencia de series que tenemos ahora. Si no fuera por “Nosotros los nobles”, miles de familias de nuestra región no tendrían los empleos que tienen hoy. ¿Le sigo?

Sí porque creo que es necesario que reconozcamos a nuestros héroes, porque creo que es fundamental que contemos nuestras historias de éxito.

¿Sabe usted qué es lo que más le admiro a Gary? Que no se detiene, que todo el tiempo está creando, creciendo.

Seguramente usted, como muchas personas en todo el continente, ya vio su más reciente creación. A lo mejor ni siquiera sabe que es suya, pero sí, lo es y una vez más es un cañonazo panregional.

¿De qué estoy hablando? De “El padre de la novia”, una película preciosa que se acaba de estrenar en HBO Max.

Como usted sabe “El padre de la novia” es un clásico de los libros y de Hollywood que se ha filmado cualquier cantidad de veces con repartos cada vez más espectaculares.

¡Qué orgullo que un mexicano sea quien se haya atrevido a meterle mano a una propuesta tan sensible para la cultura pop global!

Porque vaya que le metió mano. La adaptación de Matt López (responsable de la más reciente versión de “La montaña embrujada”) es exquisita, pero Gary la llevó más allá.

¿Cómo? Llenándola de valores latinoamericanos, confrontando culturas como la cubana y la mexicana, y, lo más bonito, haciéndole mil y un homenajes a Miami y a muchas de nuestras más amadas estrellas.

No sé usted, pero yo no recuerdo haber visto nunca a Miami tan bonita, tan vibrante, tan nuestra. ¡Dan ganas de ir corriendo a vivir esa cultura, a comer esa comida, a convivir con esa gente!

Y ver juntos y tan bien a Andy García, Gloria Stefan, Adria Arjona, Isabela Merced, Diego Boneta y Pedro Damián, entre muchas otras luminarias, es un agasajo interminable.

Porque se nota que se divirtieron como enanos durante el rodaje. Porque consiguieron crear una fuerza, un amor, que se contagia de este lado de la pantalla.

No me quiero ni imaginar lo que fue filmar esto, con tantas locaciones tan alucinantes y con tantos monstruos sagrados de todas las generaciones de nuestros países, en tiempos de COVID-19, pero valió la pena.

“El padre de la novia” es una película que nos hace reír, que nos reconcilia con la vida y que nos invita a volver a unirnos, a volver a ser familia.

A mí me encanta la sutileza con la que el maestro Alazraki se mete con temas tan profundos como el patriarcado, las brechas digitales, las diferencias económicas y hasta las nuevas composiciones familiares porque no cualquiera habla de esto sin perder la gracia, sin abandonar la diversión y este filme es entretenido desde que comienza hasta los créditos finales.

Fue un gran regalo del Día del Padre. Es una oportunidad de oro para convivir, para celebrar, para pasarla bien.

Además, aquí va a pasar algo. Como con “Nosotros los nobles”. Como con “Club de Cuervos”. De mí se acuerda.

Luche con todas sus fuerzas por ver o por volver a ver “El padre de la novia” de Gary Alazraki en HBO Max. Le va a encantar. De veras que sí.

alvaro.cueva@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.