El final se acerca ya, lo esperaré serenamente… ¡No! ¡No lo puedo esperar serenamente! ¡Qué cosa tan más cardiaca los últimos capítulos de “Amanecer”!
Como usted sabe, esta es la última semana de esta producción de Juan Osorio, no me he perdido ni una escena y estoy en shock por la manera como esto está cerrando.
Y es que vamos del amor más maravilloso al terror más absoluto. Y todos nuestro sueños se han convertido en realidad, pero también nuestras pesadillas.
No sé usted, pero el viernes pasado, cuando Sebastián (Daniel Elbittar) secuestró a Alba (Livia Brito) para asesinarla yo gritaba.
Fueron escenas increíbles. Desde lo del “spray” inmovilizador en plena vía pública hasta lo de la caja pasando por las grabaciones con la voz de Karla (María Espinoza Stransky).
¡Qué manera de hacer telenovela! Porque todo fue creíble, porque todo estuvo cuidado. Desde los papelitos de colores en las calles de la locación en Michoacán hasta el humo en ese espacio espeluznante donde todo parece indicar que las cosas se van a poner al rojo vivo.
Pero para rojos vivos toda la secuencia lógica de lo que vimos desde que Amapola (Catherine Siachoque) se roba al bebé de Alba hasta que Atocha (Ana Belena) se entera de que Leonel (Fernando Colunga) ya sabe que ella mató a Paulina (Mía Fabri) al comienzo de esta historia inspirada en un clásico de la gran Delia Fiallo.
Quiero que entienda la maestría del equipo literario que trabajó este melodrama seriado porque todo fue cayendo por su propio peso.
Catherine se aventó unas actuaciones de antología. Primero: yo no sé de quién sea el bebé que está saliendo aquí pero ese niño no puede ser más encantador.
Como que siente la cámara y posa. Como que entiende lo que los actores necesitan y sonríe.
Amapola se lo lleva, se lo ofrece a los caballos. ¿Vio la toma del chiquito reflejándose en el ojo del caballo asesino? ¿No se le hizo como de “La profecía”?
¡No! ¡No! ¡Qué cosa! Pero lo más maravilloso fue lo que pasó después, que despertó la ira de Íñigo (Ernesto Laguardia).
Ernesto siempre ha sido un gran actor, pero en los capítulos de la semana pasada dio cátedra. Le hicieron todo lo que le pueden hacer a un personaje. ¡Hasta ya lo estaban linchando!
Y que le dice lo de Paulina a Leonel. ¿Así o más emocionante?
Sí, más emocionante porque ya se supo bien todo lo que hizo Covadonga (Blanca Guerra) y porque Joaquín (Tiago Correa) se convirtió en la clave policiaca de este proyecto dirigido por Eric Morales y Bonnie Cartas.
Lo que más me tiene con la boca abierta es que, a pesar de que esto no puede ser más emocionante, sus responsables siguen creando grandes momentos de amor, inolvidables homenajes a personalidades clave e inmensas aportaciones sociales.
¿No se le hizo precioso cuando Leonel le dio el anillo a Alba? ¿O el giro que tomó la historia de amor de Malú (Valeria Santaella) y Tona (Emilio Osorio)? Fue totalmente inesperado, mágico.
¿A qué me refiero cuando le hablo de homenajes a personalidades clave?
A instantes de una belleza exquisita como cuando toda esta maravillosa producción abrió un paréntesis para dejarnos ver a María Rojo volviendo a bailar danzón, tal y como lo hizo en la película clásica del mismo nombre de 1991.
¡Hasta volvió a utilizar el mismo vestido! Y se veía preciosa. ¡Igualita!
¡Qué regalazo para María, para sus fans y para el cine mexicano! ¡Gracias!
¿Y lo de las aportaciones sociales? ¿En verdad se pueden estar haciendo más innovaciones a estas alturas de esta telenovela?
¡Claro que sí? Lo del conflicto entre Camilo (Nicola Porcella) y Fátima (Vanesa Restrepo) está tremendo porque es exactamente lo que le está pasando a muchas parejas hoy.
¿Qué pasa cuando él quiere tener hijos y ella, que los tuvo de jovencita, ya no puede? No es que no quiera. Es que biológicamente ya no puede. ¿Qué pasa? ¿Qué se hace? Qué fuerte, ¿verdad?
Por si esto no fuera suficiente cuando hablamos de nuevas aportaciones sociales, lo de Jovita (Patricia Reyes Spíndola) va más allá de lo que cualquier hubiera esperado.
Jovita está promoviendo la educación para adultos mayores. Jovita le está diciendo a todas aquellas mujeres y a todos aquellos hombres que no pudieron estudiar de jóvenes: sí se puede. Y eso vale oro.
Luche con todas sus fuerzas por ver la última semana de “Amanecer” en Las Estrellas, VIX y Univision. Si los capítulos de la semana pasada estuvieron cardiacos, no me quiero imaginar cómo se va a poner aquello. Le va a gustar. De veras que sí.