Es verdaderamente importante lo que está pasando con “El amor invencible” en Las Estrellas.
Esta producción de Juan Osorio no sólo es el contenido más visto de todo México, lo que ahí está pasando marca un antes y un después en la historia de las telenovelas.
Sí, su protagonista es maravillosa, representa a la perfección a una madre empoderada. Lo he dicho muchas veces.
¿Pero qué me dice de todo lo que tiene que ver con la parte de género?
Gael (Daniel Elbittar), uno de los dos galanes, es un hombre que llora en público, que no tiene miedo de mostrar sus emociones.
Y frente a él hay todo un abanico de personajes que van desde la muchacha a la que le gusta verse masculina hasta un señor drag que le aclara a la madre de su hija que los drags no necesariamente son homosexuales.
¿Y qué me dice de lo de la trata de personas? “El amor invencible” no es el típico melodrama que romantiza el delito, lo combate y yo no quepo en mí de la elegancia con la que estos genios están denunciando cómo le hacen estas bandas para “enganchar” a sus víctimas.
Por si esto no fuera suficiente, se habla de cáncer, de orgasmos y de muchos otros temas necesarísimos pero con profesionalismo, con respeto y sin perder la noción del entretenimiento familiar.
¡Ah, porque cómo se entretiene uno mirando esto! Si no es lo del gas es lo del embarazo. Si no es lo del cubetazo de agua helada es lo del romance juvenil.
¡Qué gusto que Televisa haya recuperado el sentido de lo que eran las grandes telenovelas nocturnas! Luche por ser parte de la historia viendo esto y reconociéndolo. Es verdaderamente importante. ¿A poco no?
FERNÁNDEZ NOROÑA
Pocas cosas pueden ser más reveladoras de cómo ha cambiado el periodismo que “Café Milenio” de Milenio Televisión.
Ni le pregunto si de casualidad lo ha visto porque es alucinante el impacto que tiene este programa.
Nomás se transmite y se comenta, trasciende, provoca cosas. Es exactamente lo que un buen contenido debe ser.
Lo interesante es que no es un título que obedezca a los esquemas tradicionales de programación. Ya sabe usted: cada semana, el mismo día, a la misma hora.
¡No! Se hace cuando se tiene que hacer, cuando hay nota tal y como sucedió el domingo pasado con Gerardo Fernández Noroña.
En el remoto caso de que usted no lo sepa, “Café Milenio” es un programa de entrevistas a coro con la participación de los conductores de Milenio Televisión.
La gracia está en que sus invitados son puros personajes importantes como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Elba Esther Gordillo y Santiago Creel.
¿Qué tiene esto de revelador? El poder de la marca Milenio.
“Café Milenio” no es el programa de una conductora o de un conductor. Es un programa de Milenio.
Vale porque es de Milenio, porque genera lo que generan los contenidos de Milenio, porque se ve como se ven las producciones de Milenio.
Por eso van quienes van. Por eso se dice lo que se dice. Por eso pasa lo que pasa.
Esto que le estoy diciendo ya no lo hace casi nadie y es una de las claves del nuevo periodismo.
Felicito a Milenio por cuidar su marca y por generar experiencias tan exitosas como “Café Milenio”.
Busque, por favor, estas entrevistas en las plataformas de Grupo Milenio. Le van a gustar. De veras que sí.