Hoy miércoles 10 de diciembre se va a estrenar en Netflix la segunda temporada de “Accidente” y yo soy el crítico más feliz de todo el continente.
¿Por qué? Porque esto es lo que había que hacer. Porque este título es particularmente importante en el contexto del entretenimiento panregional.
Le explico: “Accidente” no es sólo una serie, es una serie que une audiencias. Eso, hoy, es un milagro.
La razón es simple: salvo honrosas excepciones etiquetadas como proyectos globales, los amantes de los k-dramas ven k-dramas, los fans del ánime ven ánime, los mexicanos ven producciones mexicanas, etcétera, etcétera, etcétera.
“Accidente” es un proyecto que va más allá, que una audiencias de México, de Estados Unidos, de Colombia y de otros países de nuestra región.
¡Es un hallazgo! La posibilidad de ganar más invirtiendo menos. Es algo que casi nadie logra y que Leonardo Padrón (“Amar a muerte”) y su equipo de escritores, los autores de este cañonazo, le entregaron en charola de plata a Netflix.
¿Qué es “Accidente”? ¿Por qué tuvo tanto éxito? ¿En verdad es tan buena? ¿Merecía una segunda temporada? ¿Qué va a pasar? Vámonos punto por punto.
¿Qué es “Accidente”? Una miniserie que cuenta lo que sucede después de que algo inesperado ocurre en una fiesta familiar. Así de simple. Así de complejo.
¿Por qué tuvo tanto éxito? Porque el famoso “Accidente” que le da origen a esto crece, crece y crece hasta llenarse de unas truculencias tan fascinantes o más que las de las mejores (o peores) telenovelas del pasado.
¿En verdad es tan buena? Es buena porque, entre sorpresa y sorpresa se va a metiendo con las cosas que los latinos no queremos ver como nuestro clasismo y nuestro racismo.
Todo es cuestión de que usted, además de divertirse, reflexione. Para algunas personas “Accidente” puede llegar a ser brutal.
¿Merecía una segunda temporada? Por supuesto que no. Esto acabó cuando acabó pero como lo de hoy es extender el éxito de lo poco que funciona, ¿por qué no hacer con “Accidente” lo que otros están haciendo en otras partes del mundo?
¿Qué va a pasar? Lo mismo que ha pasado con todas esas supuestas miniseries que, por exitosas, terminaron transformándose en series: va a triunfar aparatosamente.
No es una cuestión ni de congruencias, ni de seriedad, ni de calidad ni de nada de nada. Es una cuestión de empoderamiento.
Se lo explico en tres patadas: ahora, como las audiencias están tan ocupadas, tan aturdidas y tan divididas, a nadie le gusta ver nada nuevo.
Cuando algo nuevo funciona, créame, es como para hacer fiesta porque no sólo es que funcione. Es que el público va a pedir más: continuaciones, secuelas, precuelas, “spin-offs”. ¡Todo!
“Accidente” fue “lo nuevo que funcionó” y a partir de hoy funcionará más. De mí se acuerda.
A todo esto que le acabo de decir, súmele el reparto. ¡Qué cosa tan más gloriosa de reparto! Bárbara de Regil, Ana Claudia Talancón, Eréndira Ibarra, Regina Blandón, Shaní Lozano, Alberto Guerra, Sebastián Martínez, Humberto Busto y Erick Elías entre muchas otras personalidades.
Y todas brillan que da gusto verlas. Esta producción de Andrés Barahona (“Travesuras de la niña mala”) y Jorge Eduardo Ramírez (“Monarca”) es tan noble que todas y todos son protagonistas, todas y todos tienen oportunidad de lucirse.
Luche con todas sus fuerzas por ver ya, ya, pero ya, “Accidente 2” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.