El ardid de la anticipación en la política, acaso dote adivinatoria para algunos y aun arte para otros, no es más que una marrullería de tan larga data que fue parte de la trama del asesinato del padre de Alejandro Magno, Filipo II, a manos de Pausanias allá por los años 300 antes de Cristo.
Las investigaciones tenían una parada obligada, Atenas, donde vivía Demóstenes, a quien se debe la palabra “filípica”, que eran aquellos encendidos discursos de este personaje contra el monarca macedonio. La pesquisa arrojó pronto que el orador tartamudo había anunciado la muerte antes de que sucediera y a miles de kilómetros de la escena del crimen.
“Me lo dijeron los dioses”, respondió el conspirador, pillado en falta cuando no cuadraron los tiempos. Sin embargo, se salió con la suya.
A estas alturas de la política contemporánea, sin embargo, ya no es necesario recurrir a una artimaña como esa de los dioses. El miércoles el Presidente se tomó la libertad de adelantar que el mando de la Cámara de Diputados, es decir, un poder autónomo y distinto, había “accedido” a desistirse de la denuncia contra los consejeros del INE por la necedad de la revocación de mandato. Horas después, por supuesto, el diputado Gutiérrez Luna anunció la retractación.
El INE, con la mesa puesta para exhibirlos, prefirió hablar de que el mandatario y su partido habían cedido por la presión social y ciudadana. Aunque el instituto sale avante porque, como dijo desde el principio, necesitará más recursos para cumplir el capricho presidencial, dejó pasar una buena bola.
Morena, por cierto, también echó a andar el ardid adivinatorio con las “encuestas” para elegir candidatos a las elecciones de 2022, pues por lo menos en los casos de Marina Vitela y Salomón Jara, los resultados estuvieron listos tres días antes de que terminaran los plazos de consulta y publicación, en detrimento de los competidores que apostaron por un eventual juego limpio y democrático.
Así, habrá consulta de revocación de mandato y el Presidente pide gritarlo “a los cuatro vientos”, mientras que los elegidos desde Palacio serán los candidatos a gobernador pese a ser cogidos con los dedos en la puerta. Como Demóstenes, se saldrán con la suya.
@acvilleda