Ante el proceso que enfrenta esta semana la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), es importante recordar algunos retos que deberá encarar quien tome las riendas de la institución: financiamiento insuficiente, desarrollo de programas educativos relevantes, inclusión y equidad, internacionalización que efectivamente impacte a nivel regional, y los cambios que traerá la inevitable irrupción de las inteligencias artificiales en la cotidianidad universitaria.
Históricamente, las universidades públicas en México han enfrentado una falta de financiamiento adecuado que dificulta su capacidad para mantener su infraestructura y mejorar la calidad de vida su profesorado.
Igual será importante que se desarrollen programas de estudio alineados con las cambiantes necesidades de un mundo laboral cada vez más competitivo, sí, pero manteniendo las perspectivas éticas que permitan a sus egresados enfrentar con dignidad ambientes laborales cada vez más voraces y pauperizados.
También será necesario trabajar para garantizar que todas las personas tengan acceso igualitario a la educación superior independientemente de su origen socioeconómico, orientación sexual o lugar de origen.
De igual modo, la UAEH y sus líderes deberán garantizar a docentes y estudiantes el acceso equitativo a la tecnología y la capacitación ética para enfrentar la era de las IA y una nueva realidad tecnológica.
Es por eso que el nuevo rector deberá tener liderazgo visionario y sólida capacidad de gestión financiera, conocimiento del mercado laboral, habilidad para innovar mediante la adopción eficiente de nuevas tecnologías y metodologías aplicadas a la educación y la gestión universitaria, y, sobre todo, capacidad para trabajar con la cada vez más diversa y crítica comunidad universitaria.
Además, supongo que es importante que el perfil que se encamina a asumir tal responsabilidad cuente tanto con una sólida preparación académica, como con una trayectoria institucional notable.
De concretarse el proyecto del doctor Octavio Castillo Acosta, la UAEH podría encaminarse a uno de sus mejores periodos a pesar de las turbulencias extraacadémicas que inevitablemente nos esperan en los próximos años. Que así sea.