Política

Desconexión mortal

  • En Corto
  • Desconexión mortal
  • Alejandro Maldonado

Según el reporte de la “caja negra”, en la grabación de voz de la cabina se escucha a unos de los pilotos preguntarle al otro por qué había cambiado los interruptores. El otro piloto respondió que no lo hizo.

La conversación se refiere a los interruptores de combustible que fueron apagados justo después del despegue en el Boeing 787 Dreamliner de Air India que viajaría a Londres el pasado 12 de junio. En cosa de segundos la aeronave se estrelló cerca del aeropuerto de Ahmedabad, dejando un saldo de 241 personas fallecidas.

En nuestras vidas enfrentamos un sinnúmero de cosas que “nos dejan sin combustible”. Problemas matrimoniales, conflictos con los hijos, la pérdida de un ser amado, un despido inesperado, el diagnóstico de una enfermedad terminal, heridas profundas por daños sufridos en la infancia, traiciones, malas decisiones que han traído devastadoras consecuencias, y el listado sigue.

Hay quienes piensan que, al cambiar de pareja, de casa, de ciudad, o de empleo, todo será diferente. Otros buscan “combustible” en el alcohol, las drogas, el sexo, las pasiones desenfrenadas, el poder, la fama, la influencia o en el intelecto.

Dios nos dice en su eterna palabra: “Pues mi pueblo ha cometido dos males: Me ha abandonado a mí, -la fuente de agua viva-, y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!”, (Jeremías 2:13).

Dejar a Dios es cortar con el “combustible” que necesitamos en la vida; “cavar cisternas” es acudir a cualquier otra cosa que no sea Dios mismo. Pero a pesar de nosotros mismos, el Señor nos aguarda con amor y paciencia. Jesús nos dice: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás”, (Juan 6:35).

Solo Jesús puede saciar el alma humana. Solo en él hay perdón, salvación, liberación, restauración y vida eterna. “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”, nos asegura Jesús, (Juan 7:37).

“Conecta los interruptores” de tu alma nuevamente, creyendo en Jesucristo. No hacerlo implica una “desconexión mortal” de alcances eternos. Dios quiere rescatarte. Para eso vino Jesucristo y dio su vida en la cruz.

Derrama tu corazón ante él. Te conoce por nombre y te ama. Cree y verás.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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