Deportes

Para mi querido padre

Ha pasado mucho tiempo desde que te quiero decir “que pa’ti tengo guarda’o bien escodi’o encerra’o dentro del alma un sentir…”.

¿Te acuerdas de este poema? Cuántas veces lo escuchamos de mamá Conchita repetirlo hasta el cansancio. Ella inmersa en su pasado por el Alzheimer, y Natalia y yo disfrutando de cuidarla: para nosotros todo era un juego.

En estos últimos días te recuerdo con más fuerza que nunca. Siempre has estado presente en mí, pero últimamente tu ausencia se siente más. Dicen que el “tiempo cura todo”, yo creo que, como dice la canción, cien años son muy pocos.

Estoy aquí intentando hacer un resumen de lo que ha pasado en estos 21 años desde que partiste, estoy segura que a un mejor lugar. Estoy olvidando tu voz, pero jamás todas aquellas tardes en las que arreglábamos las cachas de mi pistola. Te confieso algo: muchas veces ni siquiera sentía algo mal en ellas, era el mejor pretexto para poder convencerte de algún permiso que te quería pedir. Aunque creo ya lo sabías.

2002 fue el año de tu partida, clasificaste a tus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador. Éramos historia, padre e hija clasificados para ir a sus primeros juegos. Dios tenía un plan diferente, necesitaba quien pusiera ambiente en el cielo y te mandó llamar.

Pues, ¿qué crees? Acabo de regresar de mis sextos Juegos Centroamericanos, curiosamente en San Salvador, llena de preseas dedicadas a ti y mi mamá. Ahora estoy en el camino rumbo a mis terceros Juegos Olímpicos en París el próximo año. Acompáñame Juan Antonio Zavala Villaseñor, te necesito. Vamos juntos por esa medalla.

Sigo aplicando todo lo que me enseñaste y le he puesto mi toque. Estoy segura que te asombrarías, conversaríamos horas y horas sobre lo que he aprendido todos estos años. El tiro era nuestra pasión y hasta hoy sigue siendo la mía.

Nuestros fines de semana a las 6:30 de la mañana íbamos a los Colomos para correr, me alentabas diciéndome “¡Venga!”; “animo, vamos por un diez más, el objetivo es el centro de la Diana”; “hey, hey, estás aflojando”; “eso es un siete, queremos dieces y más dieces”; “venga cachetitos de manzana de oro”. Jamás me ha gustado correr, pero correría kilómetros si estuvieras aquí nuevamente.

Te quiero pedir un favor: así como veía a Raquel cuando era una niña y casi muero, déjame verte y escucharte, y si se puede tan solo dame un rápido abrazo. Y si no, te pido vengas a mis sueños con tu guitarra y me cantes “El Ranchito”.

Te amo, papá.

“La mejor herencia que tengo de ti es el amor, la pasión, la entrega por nuestro deporte, el deseo de ganar y la disciplina”


Google news logo
Síguenos en
Alejandra Zavala
  • Alejandra Zavala
  • Multimedallista centroamericana en tiro deportivo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.